Feijóo insta a los profesores interinos a buscar plaza en las oposiciones

No hay marcha atrás, pese a las protestas de los profesores que suspendieron las clases en el penúltimo día de curso con paros en los centros, pese al encierro de los representantes sindicatos en la Consellería, de donde fueron desalojados, y a la negativa de las centrales a continuar sentados en la mesa sectorial de Educación. El Gobierno gallego seguirá adelante con la exigencia de que los profesores incrementen su horario docente de 21 a 25 horas semanales, por más que esa medida suponga el despido de profesores interinos en un número aun por determinar.

La Consellería habla de 115 como máximo. Los sindicatos apuntan a que 1.000 docentes perderán el empleo el próximo año. Y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, negó ayer que la decisión, comunicada en la última semana de curso, vaya a repercutir negativamente sobre la calidad del sistema educativo. "No se va a resentir porque la inmensa mayoría de comunidades tienen este mismo horario, a no ser que la calidad haya disminuido ya en las diez comunidades que aglutinan a la mayor parte de la población española".

Educación sube el 3,6% la matrícula universitaria, el mínimo legal

Preguntado por el previsible despido de profesores, el presidente garantizó la continuidad de todos los que tengan plaza fija y animó al personal interino a pelear por un puesto en la enseñanza pública concurriendo a las oposiciones. "Ningún profesor que no tiene plaza puede verse afectado por una decisión que puede solucionarse a través de unas oposiciones, no depende del Gobierno sino de que aprueben la oferta pública de empleo", afirmó, para zanjar el debate, Feijóo, quien eludió cuantificar el personal que podría verse afectado por la medida. Así y todo, dijo comprender el malestar entre la comunidad docente, después de que se les modifique la organización a la que estaban acostumbrados desde 2007, apuntó, aludiendo al cambio en la jornada laboral aprobada por el bipartito que presidía el socialista Emilio Pérez Touriño. Sobre el discurso del presidente planea la idea de que Galicia tiene una ratio de profesores superior a la de otras comunidades que en tiempos de crisis no se puede permitir.

Entretanto, la Consellería de Educación insiste en que son los sindicatos (UGT, Comisiones Obreras, CIG, ANPE, STEG y CSIF se han plantado de forma unánime) los que se niegan a negociar. Un portavoz autorizado explicó ayer a este diario que el mismo día del encierro, el titular de Educación, Jesús Vázquez, se ofreció a recibir a una delegación de cada central para seguir negociando a la vuelta de una visita institucional en Lugo.

También ayer, el Consello de la Xunta actualizó las tasas universitarias para el próximo curso que se encarecerán en un 3,6%, el mínimo de la horquilla que estableció el Ministerio de Educación. El jefe del Ejecutivo gallego se esforzó en explicar que la subida es la mínima legal porque el objetivo de la Xunta es "intentar disminuir los costes de la enseñanza universitaria". Con esa premisa, la consellería congeló las tasas de secretaría y expedición de títulos. "Ante la imposibilidad de congelar las tasas de primera matrícula, aplicamos la subida del IPC, con lo que apostamos por la neutralidad fiscal", insistió el presidente, quien aludió a que el incremento medio del coste de las matrículas durante la pasada legislatura (en tiempos del bipartito) fue del 4,3%.

La reunión semanal del Gobierno también dio luz verde a un plan para seguir potenciando la enseñanza del gallego en el extranjero. Ya se imparte a más de 2.000 alumnos en una veintena de universidades europeas y americanas. Ayer Feijóo avanzó que también se estudiará en campus de Roma, Birmingham y Varsovia el próximo año.

La Consellería de Cultura y Turismo dio publicidad a un programa de inspección de establecimientos hoteleros que incluye visitas a todos los campings de la comunidad para verificar si cumplen con la legislación vigente y si los panfletos publicitarios se adaptan a la categoría que reconoce la Administración. Los inspectores centrarán sus trabajos en las zonas con mayor afluencia de visitantes. El balance provisional que leyó tras el Consello el presidente de la Xunta apunta a que en las casi 3.200 actas de visita firmadas solo se han constatado 82 infracciones. El dato le sirvió para concluir que los establecimientos turísticos gallegos "con carácter general las leyes y reglamentos".