Manzano, por descarte
El técnico vuelve a dirigir al Atlético tras la negativa de Luis Enrique
Quique Flores terminó entrenando al Atlético tras las negativas de Michael Laudrup, Luciano Spalletti y después de que el club tanteara a Milinko Pantic. Los palos de ciego del club y su condición de cuarto plato no desanimaron a Quique, que tras 14 años en blanco actualizó contra pronóstico la sala de trofeos con la Liga Europa y la Supercopa de Europa. Otro tapado, Gregorio Manzano, entrenará al Atlético la próxima temporada pese a que también era el cuarto aspirante en discordia por detrás de Luis Enrique, Rafa Benítez y Joaquín Caparrós.
La negativa de Luis Enrique, pretendido por Miguel Ángel Gil Marín, el consejero delegado, tras su excelente campaña en Segunda al frente del filial del Barça, y los descartes de Benítez por su salario y de Caparrós por ser la opción del presidente rojiblanco, Enrique Cerezo, enfrentado desde hace meses a Gil Marín, dejaron el cargo en bandeja a Manzano. "Más que nada por descarte que por otra cosa, no podíamos seguir sin entrenador... Hemos intentado convencer hasta el final a Luis Enrique, pero no hubo forma. Cuando el martes se decidió por el Roma prácticamente no nos quedaba otra opción", reconocen desde el consejo de administración del club; "ya solo nos quedaba el comodín del público".
Benítez y Caparrós fueron otros de los candidatos para suceder a Quique
Tras dejar al Sevilla quinto en la Liga, Manzano vuelve así al timón de un equipo que ya dirigió en la temporada 2003-04. "Estoy muy contento", se limitó a decir mientras salía de las oficinas del Calderón pasadas las tres de la tarde. Durante todo el día le acompañaron su representante, Manuel García Quilón -el mismo de Quique y de Benítez, y amigo de Caparrós-, el gerente del Atlético, Clemente Villaverde, y el director deportivo, José Luis Pérez Caminero. El sucesor de Jesús García Pitarch en la secretaría técnica cumplió sobre la bocina su compromiso de encontrar entrenador "en un plazo de 15 días". No fue el que recomendó su antecesor en su último informe: Luis García dirigirá al Getafe tras pagar su cláusula al Levante.
A la espera de que se confirmen las salidas de Agüero y De Gea, que obligarán a reforzar un plantel que quedará muy desarmado, Manzano regresa al Calderón después de pasar sin hacer mucho ruido por el Sevilla. Allí el técnico tuvo que lidiar con un vestuario en el que Romaric y Zokora cuestionaron su autoridad yéndose de fiesta en plena concentración. Otras dificultades en la administración del equipo fueron el traspaso de Luis Fabiano al São Paulo y la baja de Navas por una lesión. "Se repuso a esos problemas, eso demuestra carácter... Quedaron por delante de nosotros. La lectura en los duelos directos fue mejor", remacha un alto ejecutivo rojiblanco, que define como "una tragedia" el séptimo puesto del Atlético en la Liga. El mismo puesto en que Manzano les dejó hace ocho temporadas.
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