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Bugallo da hasta el domingo a los 'indignados' para desalojar el Obradoiro

Cortizo pide no convertir la acampada en un tema conflictivo

El alcalde en funciones de Santiago, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, quiere la Praza do Obradoiro libre de acampados del 15-M el próximo lunes. En la misma línea que se pronunció el jueves el futuro regidor de la capital gallega, el popular Gerardo Conde Roa, Bugallo aseguró que la situación en el Obradoiro "no es prorrogable". "Ya pasa de castaño oscuro", afirmó. Para el socialista, los diez días que los manifestantes llevan instalados en la plaza es "tiempo suficiente" para la protesta y, por ello, reclamó ayer el "apoyo y la ayuda necesaria" de la Delegación del Gobierno a través de un requerimiento formal para que la acampada no se prolongue más allá del próximo domingo.

La respuesta del delegado del Gobierno en Galicia, sin embargo, es que "de momento" no hay ninguna actuación prevista, informa Europa Press. A pesar de que las palabras de Miguel Cortizo se refieren a la petición de Conde Roa, el delegado del Gobierno fue claro al reclamar que "nadie se tire a la piscina" y lo convierta "en un tema conflictivo". Cortizo pidió ser "prudentes y serios" con este tema, cuya resolución, dijo, se hará "de la mejor forma posible, respetando los derechos de los ciudadanos, incluidos los que forman parte de estas concentraciones". En todo caso, Bugallo ya avanzó que hoy intentará comunicarse también con el ministro de Interior.

El campamento incumple, según el alcalde en funciones, "toda la normativa vigente en materia de sanidad, medioambiente, urbanística y de ocupación de la vía publica". Y dice estar dispuesto a esperar hasta el domingo pero no más allá del lunes o el martes. "Tienen anunciado que el domingo se levantan. Confío en que así sea y si no es así, tendrá que ser igual", incidió. El delegado del Gobierno explicó ayer que los ayuntamientos tienen competencias para desalojar a los acampados a través de la Policía Local y pedir la ayuda de los cuerpos de seguridad del Estado aunque "lo razonable es consensuar las actuaciones". En todo caso, Bugallo dice no estar dispuesto "a permitir que la plaza esté en estas condiciones ni que este sea un problema que se traslade a mi sustituto". "Y si no se van, ¿qué pasa? ¿Convertimos la calificación de la Praza do Obradoiro en cámping público o cuál es el plan?", se preguntó. "Me preocupa si piden licencia de primera ocupación y decir que es un buen sitio para quedarse a vivir. No quiero ni pensar en que pasaría si la gente que venga en verano se quiere quedar", bromeó.

Tras las elecciones municipales y la resaca de victorias y derrotas, en varias ciudades los alcaldes y futuros regidores comenzaron a mostrar su malestar por los campamentos. Ayer en el de Santiago se levantaron con las imágenes del intento de desalojo en Barcelona y convocaron para la tarde una protesta con flores en apoyo a sus compañeros catalanes a la que acudieron más de 1.000 personas. "Nos sentimos igual de agredidos que alguien que llevó un porrazo en Barcelona", explicó un portavoz. Con las manos en alto y flores gritaron "estas son nuestras armas", reclamaron "menos policía y más educación" y concluyeron: "Todos somos Barcelona". Los manifestantes, que no se pronunciaron directamente sobre las palabras de Bugallo o Conde Roa, avisan de que la protesta "va para largo", aunque decidirán "sobre la marcha" y en asamblea cuándo levantan el campamento. "Como es para generaciones, no tenemos prisa", dicen.

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