Nadal, sin piernas ni cabeza

Rafael Nadal no escupe contra la marca que deja en la arena una pelota, ni se da palmas contra el trasero en señal de desprecio, ni rompe una raqueta violentamente contra su zapatilla, tres gestos que firma el belga Malisse mientras se inclina 6-4, 3-6, 6-7 y 1-6 ante Fernando Verdasco en tercera ronda. No. Imposible. Jamás. El número uno, sin embargo, tiene tantos motivos de preocupación como el belga: debe remontar un 1-5 y 0-40 en la tercera manga de su encuentro ante el conquense Pablo Andújar, el número 48, antes de acceder a tercera ronda (7-5, 6-3 y 7-6; espera el croata Veic, el número 227) entre el frío sisear del viento, los mordiscos de la tierra levantada en huracanes y el escudo de su rostro, que oculta los incendios de su espíritu. Nadal calla en la pista. Frente al vestuario, su tío Toni habla sobre su discípulo.

"Estoy más nervioso de lo normal. Hay que superarlo o irse a casa"

"Cuando Rafael se mueve no llega bien, sin pausa y tira", resume el técnico del número uno, que afrontó 16 bolas de break y 16 deuces sobre su saque contra Andújar, petrificado ante la carga final del campeón. "Rafael golpea con precipitación, y por eso no siente bien la pelota en los partidos, al contrario que en los entrenamientos, donde ganó fácil a Murray o Mónaco. Falta tranquilidad. La movilidad no es buena. No llega bien a la pelota. Lo que le está yendo peor creo que es el drive y el passing. Para eso tiene que pasar bien la mano. Nos falta eso... Aunque al final hemos jugado mejor".

"Todo el mundo conoce los problemas, las soluciones son más difíciles", dijo Nadal. "No juego lo suficientemente agresivo porque no veo la bola lo suficientemente bien como para meterme dentro y cambiar direcciones. Estoy más nervioso de lo normal, y por eso las piernas no me funcionan tan bien. Debo ser más dinámico, más eléctrico en los movimientos. Es una cosa mental: juego bien en los entrenamientos. Lo que me están fallando más son las piernas, pero eso es consecuencia de la cabeza. Hay que superarlo o irse a casa".

Nadal ha gastado 7h 19m en dos partidos, cuando el año pasado llegó a la final en menos de 14 horas de juego. Jamás tardó tanto en vencer un encuentro en Roland Garros sin ceder un set como ayer ante Andújar (3h 18m). Su primera y segunda ronda de 2011 son, respectivamente, la segunda y cuarta cita más largas de su carrera en París. Nunca llegó hasta el torneo que le ha dado fama con las dudas del presente: ha perdido cuatro finales seguidas contra el serbio Novak Djokovic, dos sobre arcilla, todos en el vestuario han visto cómo -"Intenté hacer lo mismo que él, golpear la bola alta", dijo Andújar, que luego especificó que se fijó aún más en cómo le juega David Ferrer-, y en cada partido defiende su posición como número uno.

"Pueden ser victorias que hagan crecer su autoestima y su confianza", analizó Emilio Sánchez Vicario. "El problema no es que Djokovic haya jugado muy bien, sino que él hace cosas que no le vi nunca. Una derecha mala en un 15-30 importante, por ejemplo. Si duda porque no esperaba que le ganaran en su terreno, él, que lee mejor que nadie los partidos, habrá visto también que en situaciones importantes tira derechas al clavo. Le va a venir muy bien. Crecerá".

Segunda ronda. Hombres: A. Murray (R. U.)-S. Bolelli (Ita.), 7-6, 6-4 y 7-5. R. Soderling (Sue.)-A. Ramos, 1 Hoy: J. M. Del Potro (Arg,)-N. Djokovic (Ser.), J. Tipsarevic (Ser.)-R. Federer (Sui.), D. Ferrer-S. Stakhovsky (Ucr.). Mujeres: A. Rus (Hol.)-K. Clijsters (Bél.), 3-6, 7-5 y 6-1. N. Li (Chi.)-S. Soler, 6-4 y 7-5. J. Gajdosava (Aus.)-A. Medina, 7-6 y 6-4.