"Suelo ser un hombre de palabra"
Pregunta. ¿Qué palabra se le ocurre para la jornada electoral?
Respuesta. Libertad.
P. ¿Es más fácil de pronunciar PP o PSOE?
R. Ninguna de las dos es fácil de decir, porque tienen unas oclusivas bastante rotundas. Y yo soy jovellanista, y Jovellanos no se presenta.
P. ¿Quién es el político con más piquito de oro?
R. El presidente Felipe González, sin ninguna duda.
P. ¿Y uno que hable regulín?
R. Algunos en distintas bancadas se disputarían el premio mayor. Pero no parece correcto poner ejemplos, porque hay elecciones.
P. ¿Es un hombre de palabra?
R. Sí. Suelo ser un hombre de palabra. Pero de muy pocas.
P. ¿Qué tal habla?
R. Pues no hablo mal. He sido profesor durante 50 años, y me esfuerzo por hacerlo bien.
P. Si oye aquí dentro un laísmo, ¿pega un manotazo al académico culpable?
R. Manotazo, sí.
P. ¿Cuál es su palabra favorita?
R. Pues no lo sé. Tendría que examinar el recorrido de mi vida. Pero cariño es una palabra muy hermosa.
P. ¿Y su palabro?
R. Mire usted, yo soy aragonés, y tengo una expresión elocuente para estas ocasiones, pero voy a evitar reproducirla para no dar mal ejemplo a los muchachos.
P. ¿Usted no dice ni un taco?
R. Yo digo tacos, claro. Incluso, mi padre insultaba a los árbitros cuando estábamos en el campo del Zaragoza y les llamaba barrocos. Y eso a la gente le impresionaba muchísimo.
P. ¿Si le digo que es un chorbo que mola me entiende?
R. Perfectamente. Pero creo que usted se pasa un poquitín.
P. ¿Los académicos están mejor vistos que los jueces o los obispos?
R. No crea. Yo creo que estamos en el mismo nivel. A veces creo que la sociedad nos ve con cariño, con respeto, pero también como si estuviéramos un poco con las pelucas empolvadas de la generación del Marqués de Villena, de 1713.
P. ¿Y usted la peluca dónde la tiene?
R. Guardada en el despacho.
P. ¿Alguna vez le suspendieron en lengua?
R. Nunca. Pero tengo que decir que el profesor era mi padre.
P. Creo que escribe unos ladrillos... sin piedad.
R. Sí, eso es verdad. Y aburridísimos. El que estoy escribiendo ahora es un ladrillo inmenso: el tomo tercero de La gramática, la fonética y la fonología.
P. Best seller total.
R. Espero.
P. ¿El Quijote le tiene abducido?
R. Sí. Yo tuve una experiencia hermosísima: fui el representante de don Miguel en la tierra para el año 2005, centenario de la primera edición del Quijote, y pude explicárselo a los muchachos. Vi cómo los chicos caen en esa lectura presos de un encanto especial.
P. Hizo oposiciones para que su padre le dejara casarse. Eso es amor.
R. Mi padre no nos dejaba casar si no éramos numerarios, si no teníamos un sueldo fijo. Entonces hicimos oposiciones de instituto, mi hermano y yo. ¿Eso es amor? Es evidente.
P. ¿A estas alturas tiene motivos para maldecir las oposiciones?
R. Ninguno.
P. Se dice "catalán por oposición". ¿Moreneta o Pilarica?
R. Pilarica, sin ninguna duda. Yo soy de Zaragoza y del Zaragoza. Y la Pilarica es mi virgen.
P. ¿Y su jota más sentida?
R. La Virgen del Pilar dice que no quiere ser francesa. Tengo otras, pero no son recomendables para citar en EL PAÍS.
P. De la mili.
R. Sí.
P. ¿Qué le deja sin palabras?
R. La tontería humana. Hay una dimensión de la tontería que es la presunción, absolutamente innecesaria, y que no sirve para una vida en democracia.
P. Enuméreme sus gracias.
R. Pues mire, yo tengo, modestia aparte, una enorme capacidad para la mecánica. Unas manos con las que puedo poner techos de madera, arreglar lámparas rotas, coches...
P. ¿Vendría a casa a ponerme un enchufe?
R. Sí, claro, encantado. Cuando usted lo necesite.
P. ¿En su casa limpia o se limita a dar esplendor?
R. Ni siquiera a dar esplendor. Me limito a poner los papeles extendidos para poder encontrarlos.
P. Qué diría Jovellanos de su falta de colaboración doméstica.
R. Pues diría que muy mal.
P. Entre sus obras más elaboradas, el Diccionario de sinónimos y antónimos. Sinónimo y antónimo de Zapatero y de Rajoy.
R. Zapatero es ilusionante. Su antónimo, lo contrario, sería la resignación. A Rajoy, como sinónimo, la parquedad; y como antónimo pondría apasionado.
Perfil
Tiene 71 años y dos hijas, se dice liberal -no solo jovellanista, sino también erasmista, añade- y asegura tener "un enorme amor" por el trabajo que hace. Ávido consumidor de tebeos, recuerda "personajes extraordinarios", como Carpanta, Zipi y Zape o las Hermanas Gilda, sin menoscabo de la Familia Ulises o de Roberto Alcázar y Pedrín. Le gusta leer, pasear, hablar, estar con los amigos y ver partidos de fútbol.
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