El PSdeG ofrece a Feijóo un pacto contra el reparto clientelar de fondos

Pachi Vázquez emprendió ayer lo que los asesores políticos han dado en llamar la fase propositiva. Después de cuatro días de duras críticas a Feijóo, visto desde las filas socialistas como un falso candidato en estas municipales, dado el papel secundario al que, según ellos, ha relegado a los auténticos aspirantes, el secretario general del PSdeG soltó ayer su primera oferta de pacto. Sin rebajar un ápice el tono de sus críticas al "sectarismo" de las instituciones gobernadas por el PP, Vázquez ofreció al líder popular y de la Xunta la firma de un pacto para la distribución de los fondos públicos autonómicos "de forma objetiva y no partidaria".

El fin último de su propuesta, y no es casualidad, es el de "acabar con las cacicadas". Nada al azar: Vázquez lanzó su idea en la ciudad de Ourense, allí donde José Luis Baltar reparte los fondos públicos desde su despacho en la presidencia de la Diputación con criterios cuando menos discutibles, y su alcalde, el socialista Francisco Rodríguez, se considera a pan y agua. Se trataría de firmar, sin esperar a las elecciones del día 22, un protocolo "de respeto a la voluntad de los ciudadanos en cada ayuntamientos". "Todos los partidos debemos comprometernos a distribuir los fondos de la Xunta y de las diputaciones con criterios objetivos, gobierne quien gobierne, como hizo el Gobierno central con el Plan E", ilustró su propuesta.

La oferta de pacto se trasladará a la Federación de Municipios

En el otro extremo, situó Vázquez la distribución por parte de la Xunta de los Fondos de Cooperación Local: "El 100% de los convenios firmados últimamente por la Xunta son con ayuntamientos del PP". Y, por supuesto, a Baltar."Esto lo debería aprender el presidente de la Diputación de Ourense", apeló el secretario general del PSdeG. El reparto "sin diferencias por votación ideológica", y "sin que escoger partidos distintos reste", serviría para "acabar con el 80% de las cacicadas". Por la parte que le toca, el líder socialista se comprometió a que en todas las administraciones que gobiernen los socialistas "se distribuirán los fondos con objetividad". "Como está ocurriendo en las diputaciones de Lugo y A Coruña". Pachi Vázquez reclamó a Feijóo "el mismo compromiso", y le ofreció un canal de entendimiento: la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), que propuso para pactar con las fuerzas políticas parlamentarias la regulación del pacto.

Poco tardó Vázquez en anticipar el resultado de su propuesta. Fue por la tarde en Marín, en un mitin en el que su alcalde y candidato del PSdeG a la reelección, Fran Veiga, se quejó amargamente del brusco cierre del grifo de los fondos autonómicos desde que Feijóo sucedió a Touriño en la Xunta. Ante las 300 personas que aguantaban un calor asfixiante en el abarrotado salón de actos de la biblioteca municipal, el líder socialista anticipó: "Va a decir no". Tras recordar a los marinenses su propuesta, explicó las causas de su pesimismo. Básicamente, porque su "modelo" es otro. "Su modelo ya quedó claro cuando prometió acabar con el caciquismo en dos días, para que nunca tuvierieran tanta fuerza como ahora los baltares y los louzanes".

A esas horas ya había analizado Vázquez los teletipos de la visita del presidente del PP, Mariano Rajoy, de forma que no evitó la ocasión de responder "al del puro". "Al menos dijo algo", señaló, en referencia a la apuesta por el modelo de Feijóo para el Gobierno de España. "Van apañados los de España". Rectificó porque vaticinó que Rajoy no ganará, pero quiso "recordarle" al líder popular su resumen de dos años de Gobierno del PP en Galicia: "Paro, paralización y recortes sociales".

Vázquez se despidió adelantándose a su posible proclamación como candidato a la presidencia de la Xunta. Recordó que antes de dos años, la cita en las urnas será para renovar el Parlamento gallego. Y el Gobierno que lidera Fran Veiga en Marín, en alianza con los nacionalistas, lo expuso como modelo: "Lo aplicaremos en Galicia". Por si el plural dejaba alguna duda, fue el propio alcalde el que las zanjó: "Te pido que seas presidente de la Xunta, porque eres una persona en la que se puede confiar". No como Feijóo, "que se comprometió con 14 promesas solemnes en campaña para después tirarlas a la basura".

Vázquez correspondió a Veiga con una loa a las obras realizadas en Marín durante los últimos cuatro años, en los que el PSdeG gobernó con el apoyo del Bloque. Una temporada en la que el presidente de la Xunta no visitó a la Corporación, como según opinó, le correspondía. Pero vaticinó que "pronto acudirá para dar la lata y decir mentiras". El secretario general del PSdeG, partido que se quedó a dos concejales en 2007 del PP, no dudó de la victoria. "Solo falta saber si será por mucho o por poco". Si lo logra "con holgura", el pacto con el BNG atará menos a los socialistas, que podrán desarrollar "todas las políticas" en las que creen. Y podrán plantear a la Xunta las demandas que quedaron desatendidas. "Sin ponernos de rodiillas, porque Marín solo pide lo que le corresponde".