Al Manchester le entran las dudas

El recital del Manchester United la semana pasada, en el Veltins Arena, pasando por encima de un Schalke diminuto (0-2), hinchó el pecho de su entrenador, Alex Ferguson, que afirmó: "Hemos llegado a tope al momento justo. Los que nos habían criticado no entendieron nada". Bastaron cinco días para bajar los humos al escocés: el United cayó en el Emirates ante el Arsenal (1-0) y ahora debe jugarse la Liga inglesa el domingo ante un rival tan incómodo como el Chelsea. Si este ganara en Old Trafford, empatarían a puntos y el campeón podría salir de la diferencia de goles entre ambos.

Un nubarrón sobre la cabeza de Los Diablos Rojos a la hora de medirse esta noche al Schalke. Ya no va a tratarse de una fiesta. Consciente de que la Champions pasa factura, Ferguson debe calibrar el cansancio de sus jugadores para que lleguen frescos al domingo. "Los cuatro semifinalistas perdieron el pasado fin de semana. La competición europea repercute en la Liga", reflexionó ayer Ferguson.

Salvo el oasis de la pasada semana, con Giggs fantástico, el Manchester ha firmado hasta la fecha una temporada gris. Ya no es el equipo exuberante de otros años, sino mucho más contenido: apenas ha marcado 14 goles en 11 partidos, pero solo ha encajado tres. Es, pues, el más sólido en la defensa, por delante del Madrid, que había recibido cinco antes del choque de ayer. Sus goleadores ofrecen unas cifras casi ridículas: cuatro tantos de Chicharito y tres de Rooney, superados ambos por un Raúl que, con cinco, ha alargado su historia interminable con las competiciones europeas. El español del Schalke, eso sí, ya advirtió tras la derrota en casa ante el United que hoy puede ser su despedida de la Champions, puesto que su equipo no se va a clasificar para la próxima edición. Un adiós en un escenario, Old Trafford, digno de su prestigio.

La fortaleza del United en su estadio, invicto este curso con 23 victorias y tres empates, alientan el pesimismo del técnico del cuadro alemán, Ralf Rangnick, sobre sus posibilidades de alcanzar la final del día 28 en Wembley. "Son muy pocas", admite.