El adversario criado en casa

Las relaciones entre el Athletic y Osasuna se han convertido desde hace más de dos décadas en un campo de minas. Una vez las explotan unos. Otra vez las explotan otros. Cada duelo entre ambos equipos está salpicado de afirmaciones intempestivas, inoportunas o malentendidas. En Bilbao se solicita la opinión de los muchos jugadores navarros de la plantilla. En Pamplona, de los rectores del club. Y unos y otros escenifican su batalla según convenga a sus intereses. Las últimas bombas cayeron por las afirmaciones de Muniain, el joven delantero navarro del Athletic, en noviembre de 2010, cuando dijo: "Osasuna no me ha dado nada y no es nada especial".

Muniain nació en el barrio de La Chantrea, uno de los más emblemáticos de Pamplona. Su razón era estadística: nunca tuvo nada que ver con Osasuna, ya que llegó al Athletic proveniente del club de su barriada, que tiene un convenio con el club bilbaíno. Pero sus afirmaciones fueron un trueno en Pamplona y se ganó la animadversión de todo el Reyno de Navarra. El domingo pasado, el público la tomó con él y el destino quiso que marcara un gol que supuso el triunfo rojiblanco en el último minuto (1-2). El joven (18 años) recorrió medio campo empujando su oreja hacia el público resarciéndose de los gritos que recibió durante todo el partido.

En Pamplona se ha gestado la imagen de que Bilbao le roba sus jugadores

Gurpegui afirmó que el conjunto rojillo "no cuida el fútbol navarro"

A Gurpegui no tuvo tiempo el antiguo Sadar de chillarle. El medio había sido el protagonista de la semana por afirmar que la causa de que el Athletic fichase tantos futbolistas navarros quizás fuera "que Osasuna no cuida el fútbol navarro". A los dos minutos, sin embargo, se lesionó en un choque de cabeza con Monreal. Paradojas del destino. El presidente osasunista, Patxi Izco, apurado por la situación deportiva de su entidad, sobreactuó de nuevo y dijo con ironía que Gurpegui se fue porque el Athletic le proponía "un modelo educativo mejor que el de Osasuna". Ya antes, Izco había asegurado que negociaría cualquier fichaje de sus futbolistas con todos los equipos menos con el Barça, Madrid, Inter, Milan, Juve, Manchester United y... Athletic. El asunto es que el Athletic estudiaba la posibilidad de realizar una oferta por el lateral internacional Monreal.

En 1998, el Athletic ofreció a Osasuna 200 millones de pesetas (algo más de un millón de euros) a cambio de un derecho preferencial sobre dos jugadores cada año (si llegaba el caso) atendiendo a las urgencias económicas del conjunto navarro. Los socios se rebelaron y el presidente, Miranda, les pidió que, si estaban en contra, se hiciera una derrama que evitase la presencia del Athletic. Nadie alzó la mano. Sin embargo, en Navarra se ha gestado la imagen de que el Athletic le roba a sus futbolistas. Lo cierto es que la cantera de Tajonar ha sido, al menos, tan fructífera como la de Lezama para el Athletic y la presencia del gen navarro es habitual desde hace muchos años, hasta el punto de no concebirse un Athletic sin futbolistas de esa comunidad.

Muniain marcó el domingo en el minuto 90. Gurpegui hizo lo propio en el turno de San Mamés en el 92. San Fermín parece ser del Athletic.