Los niños aprenden con Enric Valor

No hay duda de que a los niños les gustas los colores vivos, y si pueden pintar ellos mismos mejor, y si encima es con las manos, miel sobre hojuelas. Y también les gustan los cuentos, y si son de los de toda la vida, con gigantes, héroes y malos, pues más que mejor, aunque no sepan todavía lo que es una moraleja. Y los días sin cole, convertidos en jornadas festivas multitudinarias llenas de actividades en talleres, al parecer, también les vuelven locos. Por eso las trobades que organiza todos los años Escola Valenciana se han convertido, dos décadas después de institucionalizarse este tipo de encuentros a lo largo de toda la Comunidad Valenciana para defender la enseñanza en valenciano, en una fiesta completa para los más pequeños.

Los actos del fin de semana reunieron a 70.000 personas, según Escola

Y la de ayer en la pedanía valenciana de Borbotó, que reunió a miles de personas entre adultos y pequeños, puso de relieve en todo tipo de actividades que el protagonista absoluto en las Trobades 2011 es el lingüista, escritor y ensayista Enric Valor. Los niños pudieron recortar su inconfundible figura con sombrero; colorear su cara; escuchar a los cuentacuentos narrar por les rondalles, los cuentos de tradición oral mezclados con leyendas que él recopilo y rearmó con su rica narrativa durante años; y hasta podían leer sus textos colgados en los balcones de las estrechas calles de la pequeña población. Hasta se vendían camisetas con su cara.

Además, disfrutaron en talleres de plantas aromáticas machacando con morteros y mezclando lavanda con romero o con tomillo. También reciclaron cápsulas de una conocida marca de café para componer collares y pendientes. Decoraron tarjetas con flores de papel y pegamento. O construyeron su propio juego de tres en raya. Y montaron en carro, saltaron sobre un escenario, aprendieron de las mujeres más mayores a hacer encaje de bolillos o protagonizaron historias.

Según los organizadores, la trobada de Borbotó reunió a 15.000 personas, que hay que sumar a otras 55.000 que acudieron a las otras fiestas convocadas durante el fin de semana en Castellón, Atzeneta d'Albaida y Silla. Vicent Moreno, presidente de Escola Valenciana, destacó una vez más la importancia del movimiento de las trobades: "El valenciano no tiene color político; tenemos que ser valencianohablantes, no valencianocallantes".

Entre los que acudieron a la de Borbotó destacó el rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo, y diputados como los socialistas Joan Calabuig y Ferran Bono; Amadeu Sanchis, de Esquerra Unida, o los líderes de Compromís Joan Ribó, Enric Morera y Mònica Oltra, que además recogían firmas para la iniciativa legislativa popular (ILP) a favor de escolarizar a los niños de 0 a 3 años.

El PSPV-PSOE recordó que el Gobierno ha ayudado durante los últimos cuatro años a Escola Valenciana con un millón de euros mientras el Consell reduce los recursos para la difusión del valenciano.

La jornada festiva también sirvió para que los colegios públicos participantes en el acto de reivindicación de la educación en valenciano hicieran sus reclamaciones a las instituciones. Así, Alicia Giménez, presidenta de la Ampa del Colegio Max Aub de Valencia, explicó que la falta de dinero en la Consejería de Educación impide sacar adelante un plan de ampliación de la institución aprobado hace 10 años. Una ampliación sobre un solar aledaño de 8.000 metros cuadrados que ven cómo se convierte a diario en un aparcamiento de coches. Y mientras llega esa obra, y con la excusa de un "pico de población" en la zona (con tres colegios públicos y siete concertados) se les instaló hace tres años un barracón en lo que era su patio infantil.

Allí han estudiado en condiciones poco adecuadas unos niños que ahora han absorbido en las propias instalaciones del colegio. Se temen que en septiembre el barracón libre vuelva a ser ocupado por otro "pico de población" y el Max Aub se colapse aún más.