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Un técnico de Louzán hace proyectos que cobra un ingeniero jubilado

El trabajador retirado figura como autor de 23 obras del plan de la Diputación

Un ingeniero jubilado, Manuel Vázquez Fernández, se atribuye la autoría de tres proyectos de obras del Plan de Investimentos da Deputación (PID) en Mos que previamente habían sido firmados por el ingeniero Baltasar Pujales Estévez, funcionario y responsable de las obras que la institución provincial promueve en todos los municipios del sur de la provincia. El BNG ya denunció en 2009 el uso que hacía Pujales de medios de la Diputación en el ejercicio privado de su profesión; también está imputado de falsedad documental por certificar una obra en Salvaterra de Miño que apenas había comenzado a realizarse.

El PID es un plan trienal, de 2009 a 2011, contra la crisis y el desempleo promovido por el presidente de la Diputación y del PP de Pontevedra, Rafael Louzán, y dotado con un presupuesto de 70 millones de euros. Para participar en él, los ayuntamientos, menos Vigo y Pontevedra, tenían que remitir a la Diputación proyectos de obras que consumieran la parte que, en función de su extensión y población, les correspondían en el reparto de 56 millones (los 14 millones restantes se los reservó Louzán para uso discrecional). A Mos le tocaron casi 1,2 millones.

Vázquez atribuye a "un error" que un funcionario rubrique sus trabajos
El empleado que firma los estudios está imputado por certificar en falso

Los proyectos fueron realizados en los ayuntamientos por funcionarios municipales o por técnicos externos contratados al efecto, que fue la opción elegida en Mos. Luego, la Diputación ha ido adjudicando las obras y su dirección (el 4% del presupuesto) a los autores de los proyectos. Los funcionarios, según aseguró Louzán a este periódico en otro momento, no pueden cobrar las direcciones de obra porque, de otro modo, estarían cobrando dos veces por el mismo trabajo. En el caso de Mos se hace patente que los tres proyectos asumidos por el jubilado Manuel Vázquez Fernández fueron realizados y firmados por Baltasar Pujales.

Manuel Vázquez reclamó la autoría de los tres proyectos a través de dos sucintos escritos de fecha 9 de noviembre de 2009, incorporados al expediente municipal sin membrete alguno ni registro de entrada. En ellos, Manuel Vázquez informa "que los proyectos de referencia son de mi autoría, habiéndose producido un error en la firma de una copia de cada ejemplar y remitiéndose dicha copia a la Diputación de Pontevedra".

Este informe de Vázquez resolvió un requerimiento de la propia Diputación, de fecha 4 de noviembre anterior, para que Mos enmendara sus proyectos del PID ya que su presupuesto "no puede ser firmado por un técnico vinculado laboralmente con la Diputación", esto es, Pujales.

Los tres proyectos suman un presupuesto de 444.630 euros, de los que 17.785 corresponden a Manuel Vázquez por la dirección de obra, a lo que habría que sumar la contratación municipal de elaboración de los proyectos, que EL PAÍS no ha podido precisar porque la alcadesa tránsfuga de Mos y de nuevo candidata del PP, Nidia Arévalo, rehusa ponerse al teléfono. ¿Cómo pudo colarse la firma del ingeniero Pujales en los proyectos de Vázquez? No tiene explicación.

"No hay nada que ocultar", aseguran en la Diputación. "Aquí lo único que consta es que el Ayuntamiento encargó proyecto y obra a Manuel Vázquez", añaden las mismas fuentes, que aventuran una explicación: "Lo más probable es que sean proyectos de la anterior alcaldesa [María Jesús Escudero, desalojada por Arévalo con la moción de censura], que no se hicieron; quedaron en un cajón y los rescataron para el PID encargándoselos a Manuel Vázquez".

Escudero lo desmiente tajantemente y, de hecho, el relevo en la alcaldía se produjo en diciembre de 2008 y los proyectos que firma Pujales llevan fechas de 2009. A su vez, Manuel Vázquez, pese a su condición de jubilado, es uno de los principales directores de obras del PID, con 23 encargos, algo que en la Diputación atribuyen a una coincidencia de decisiones municipales, descartando que actúe como "tapadera" de Pujales.

El BNG denunció en el verano del mismo 2009 al ingeniero funcionario por usar, en sus actividades profesionales privadas y dentro de su jornada laboral en la Diputación, el coche con chófer que tiene asignados, sin que Pujales desmintiera o matizara los términos de la denuncia. Vázquez trabajaba entonces para la misma empresa que el funcionario.

Irregularidades en cursos a extranjeros

Nadie ofrece ninguna explicación aclaratoria. El Ayuntamiento de Mos obtuvo una subvención de 46.000 euros de la Dirección Xeral de Formación e Colocación -Ana María Díaz López, su responsable, saltó a la fama por sus maneras expeditivas en el despido de una asistenta- dentro de un programa europeo de formación e inserción laboral de inmigrantes. Se trataba de organizar unos cursos que implicaban la obligación de contratar al 13,3% de los participantes en los mismos como trabajadores por cuenta ajena por un mínimo de seis meses.

Gerardo Alonso, el concejal socialista que propició la censura contra su alcaldesa y se sumó al Gobierno de la actual, Nidia Alonso, es el responsable del área municipal de empleo, que no para de organizar cursos y cursiños. En este caso logró la subvención para dos programas de dos meses, los de conductor de autobuses y cocina, que tardaron en cuajar por falta de alumnos en el municipio.

A su vez, el Ayuntamiento subcontrató la impartición de los cursos a la Autoescuela Deza-Carballo, el de conductores, y a Enseñanzas Lar. En ninguna de ellas quisieron responder a este periódico dónde paraban los cuatro inmigrantes que debían estar actualmente contratados. Tampoco lo hicieron los Alonso -la alcaldesa y el concejal tránsfugas- ni en el pleno municipal, limitándose a asegurar que la tramitación había sido "la correcta". Pero los ganadores de empleo en el curso de conductores fueron contratados para repartir publicidad durante cuatro días y, del de cocina, se sabe de una chica que trabaja tres horas diarias para Lar. Para la Xunta se cumplieron las expectativas del programa.

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