Navarra, Castilla y León y País Vasco dejan atrás la crisis
Las tres comunidades crecen cerca del 1% en 2010, frente al retroceso del sur
No hay como una crisis para desempolvar la vieja dialéctica económica norte-sur. La industria marca el paso de la recuperación y, las diferencias, históricas, se acentúan. Navarra, con un crecimiento del 1,2% en 2010, y País Vasco (0,8%) se apoyaron en las exportaciones de las fábricas de automoción y de las plantas metalúrgicas para dejar atrás la Gran Recesión, aún latente en el conjunto de la economía española, que retrocedió un 0,1% el año pasado.
La evolución del PIB por comunidades, divulgada ayer por el Instituto Nacional de Estadística, suma otra autonomía más, Castilla y León, entre las que tiene un crecimiento significativo, con un 0,8%. En este caso, sin embargo, lo relevante es que el sector agrario se recuperó de la pésima campaña de 2009, donde se dejó un 10% de valor añadido. Otra comunidad del norte, Asturias, se aprovechó del impulso de la industria química y la metalurgia para crecer un 0,3%. Eso sí, ni las comunidades más pujantes se acercan al promedio de la UE, que avanzó un 1,7% el año pasado.
El PIB de Andalucía, Canarias y Castilla-La Mancha cae más del 0,8%
Madrid critica al INE tras registrar el mayor descenso en renta por habitante
El cuento cambia solo con doblar el mapa de España. En Andalucía (-0,9%), Castilla-La Mancha (-0,9%) y Canarias (-0,8%), la evolución del PIB retrata unos territorios aún convalecientes, muy lejos de la ansiada recuperación. La combinación con otros indicadores económicos afea todavía más el horizonte de estas autonomías. Andalucía y Canarias, con más del 28% de tasa de paro, son los territorios donde el desempleo fue más voraz (el promedio español sobrepasó el 20%). Y Castilla-La Mancha fue la comunidad que más déficit público acumuló en 2010. Un desequilibrio cercano al 7% que dará pie a nuevos ajustes fiscales, otro obstáculo a la recuperación.
Extremadura, ajena al boom inmobiliario que impulsó la economía en latitudes cercanas, resistió mejor el embate de la Gran Recesión en 2009 y se recupera más rápido que otros territorios vecinos, aún con una tasa de paro muy abultada (23%). El PIB extremeño se anotó un levísimo retroceso (-0,01%) en 2010, lo que le permite encabezar el promedio de crecimiento entre 2000 y 2010 (2,6%), desplazando a Murcia, una de las comunidades que más se había aprovechado del enorme auge de la construcción hasta 2007.
Cataluña y Madrid, las dos mayores economías españolas, marcan en buena medida la evolución del PIB. De modo que no es una sorpresa que los datos de ambas reflejen una situación de estancamiento. La economía catalana pasa a crecer un 0,1%, tras una notable recuperación (en 2009, retrocedió un 4,2%), guiada por las exportaciones. Aragón y Comunidad Valenciana, que también se dejaron más de un 4% en 2009, no lograron dejar atrás los números rojos (-0,5% y -0,6%), pese a tener, como Cataluña, una industria exportadora de peso.
El PIB de Madrid refleja un crecimiento casi inapreciable (0,002%), que no fue suficiente para compensar el aumento de población en 2010 (casi un 1% más que el año anterior). El efecto llamada de la capital en tiempos de crisis -la tasa de paro de la comunidad madrileña, con un 16%, está entre las más bajas- se traduce en esta ocasión en un notable descenso de la renta por habitante, uno de los indicadores económicos más relevantes. El PIB per cápita madrileño cayó un 0,6% frente al aumento del 0,5% en el PIB per cápita español.
El dato no sentó nada bien al Gobierno madrileño, acostumbrado a que la estadística de contabilidad nacional le diera buenas noticias en los últimos años. Con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina, el Ejecutivo de Esperanza Aguirre (PP) tardó menos de dos horas en enviar a los medios de comunicación un amplio comunicado en el que acusa al INE de "infravalorar el crecimiento de la economía madrileña". Según sus cuentas, el crecimiento debería haber sido del 0,7% en 2010.
El retroceso del PIB per cápita madrileño (29.963 euros por habitante) trastoca el podio de las economías con mayor renta por habitante. Madrid cedió la primera posición a País Vasco (31.314 euros) en 2007 y ahora, tras la notable recuperación de Navarra en 2010, deja el segundo puesto a la comunidad foral (29.982 euros).
Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha, con cerca de 17.000 euros por habitante, vuelven a ser las autonomías con menor PIB per cápita.
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