"El Archivo de Indias es Wikileaks a lo bestia"

"Como decía Mariscal, la mejor obra de diseño español es la aceituna rellena de anchoa. ¿A quién se le iba a ocurrir que una aceituna podía rellenarse? ¡El principal valor de nuestro país es la creatividad!", cuenta Charo Otegui (Madrid, 1956) presidenta de Acción Cultural Española, resultado de la obligada fusión -para ahorrar- de las tres sociedades estatales de promoción de la cultura española dentro y fuera del país. Su trabajo es el de vendedora. Otros venden detergentes, coches o aceitunas, ella vende España. El lenguaje también es el de un vendedor: habla con entusiasmo de su producto y con recelo de la competencia.

"Los españoles somos muy pesimistas y nuestros peores críticos. Siempre creemos que las cosas nos van a salir mal. En el extranjero todavía me preguntan por el gol de Iniesta en el Mundial, y aquí no nos creíamos que pudiéramos ganar. Sales fuera y España es una gran sorpresa. La mayoría de países no comprenden cómo solo en 30 años de democracia hemos pasado de ser ese país de mujeres de negro a tener primeras figuras en todos los campos de la creación cultural: Almodóvar, Amenábar, Penélope Cruz, Bardem, Barceló, Arzak... ¡Cinco de los 10 mejores cocineros del mundo son españoles! Por eso me da mucha rabia que nos hayamos creído nuestra propia leyenda negra y que construyamos la historia fijándonos en lo negativo. Tenemos momentos muy luminosos. Por ejemplo, la República, que ha quedado totalmente sepultada por la Guerra Civil. Mi abuela era mucho más progresista que mi madre, porque en 1934, entre otras cosas, las mujeres ya tenían derecho al voto".

Vende España en los grandes mercados de Asia, América Latina y EE UU

Esos 40 años de dictadura, prosigue Otegui, "son 40 años de desventaja, porque mientras ha durado la autarquía, mientras este país ha estado encerrado en sí mismo, otros como Francia, Alemania... han aprovechado para consolidar su marca. Ahora vamos a marchas forzadas. Los Juegos Olímpicos de Barcelona fueron nuestro gran punto de partida. Y ahora nos falta consolidar la marca España, esa imagen de modernidad, ruptura y creatividad. Ese es nuestro camino. No podemos ir a por marcas ya cogidas, como la eficacia (Alemania) o el glamour (Italia). La cultura es el sector donde más tenemos que ofrecer. Y cultura son muchas cosas, también calidad de vida".

Con esa nueva marca, España intenta competir en tres principales mercados: EE UU, América Latina y Asia, el más difícil "porque es el más distinto y siempre hay que buscar puntos de encuentro. En China no vendes un gazpacho, por ejemplo". "En América Latina lo más importante es trabajar en red, sin paternalismos". "Otro de nuestros valores es el mestizaje. Por eso he escogido este restaurante, en la Casa de América", cuenta mientras fulmina un revuelto de setas y gambas: "Tengo mucha hambre. Es que desayuno muy pronto...", se justifica.

Este año tiene más de 65 exposiciones en 34 países. Entre ellas, El hilo de la Memoria. España y los Estados Unidos, con 137 documentos que ya fueron exhibidos en el Archivo General de Indias durante 2008. "El Archivo de Indias es apasionante. Es como un Wikileaks a lo bestia", concluye justo antes de rendirse a pie de postre. Viene incluido en el menú, pero lo cambia por dos cafés solos. Le queda mucho trabajo por delante y no quiere darle más ventaja a los competidores.