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16 detenidos en una redada en el mercado de la droga de Narón

Una docena de furgones de la policía nacional tomó ayer el campamento chabolista de Freixeiro, en Narón, en el mayor despliegue policial de los últimos años para cercar el primer supermercado de la droga del noroeste peninsular. Dieciséis personas fueron detenidas en el marco de la Operación Escoba, como se bautizó un minucioso operativo que comenzó a las diez de la mañana y se prolongó durante casi siete horas, hasta pasadas las cinco de la tarde, en medio de fuertes medidas de seguridad que bloquearon todos los accesos al poblado.

Los agentes de la brigada de estupefacientes de la comisaría ferrolana registraron palmo a palmo nueve chabolas del poblado de Amenadás y una casa en la parroquia naronesa de San Xiao.En el registro, la policía se incautó de importantes cantidades de heroína y cocaína, todavía sin determinar, además de un arma ilegal. En el interior de las casetas también localizaron objetos robados y grandes sumas de dinero en metálico, vinculadas al tráfico de estupefacientes. La investigación arrancó a finales del 2010 y está tutelada por el Juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol. No es el primer golpe contra el narcotráfico que se asesta en este poblado naronés, pero sí el más importante de los realizados durante la última década.

Los detenidos forman parte de un mismo clan que integra a varias familias de etnia gitana y que se dedican a la venta de droga en el desde hace décadas. Permanecen en dependencias policiales y pasarán a disposición judicial, previsiblemente, a partir del próximo lunes. Para localizar los estupefacientes, que estos clanes acostumbran a esconder en los lugares más insospechados, los agentes echaron mano de los perros adiestrados para peinar el poblado y sus alrededores.

El desembarco policial de vehículos y efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UPI) de la Jefatura Superior de Policía de Galicia dejó atónitos a los vecinos de Freixeiro, que llevan años protestando contra el trasiego de drogadictos y los problemas sociales que genera la presencia del campamento en esta barriada de Narón.El poblado de Amenadás está encajado en un nudo de asfalto entre el polígono del Río do Pozo, la autopista AP-9 y la carretera de Cedeira, a pocos metros de varios bloques de viviendas y de dos institutos de Educación Secundaria.

La chabolas del poblado han sido construidas en terrenos de Cáritas Diocesana. Las casetas forman una manzana rectangular, cegada por un muro trasero, y sus moradores vigilan el negocio familiar con continuas patrullas de vigilancia por el perímetro del campamento. Una chimenea permanentemente encendida les sirve de seguro y no dudan en quemar la droga si detectan la presencia policial en el entorno.

El poblado lo habita una veintena de familias. Según los servicios sociales municipales, en el colectivo gitano de Narón hay 76 niños, "todos escolarizados".

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