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Chévere traza en tres horas de teatro las otras caras de la historia

Si la política no debe quedar encerrada en los muros de Parlamento, el teatro todavía sirve para que "la gente hable entre sí de lo que está pasando". "Concebimos y reivindicamos el teatro como espacio político de comunicación con el público", añade Xesús Ron. Al frente de la compañía Chévere, residente en la Sala Nasa de Santiago, y sobre la escritura de Manuel Cortés, Ron dirige Citizen, "una obra que se pregunta dónde empieza la realidad y dónde termina la ficción". Esta tarde, a partir de las ocho, la Nasa acoge el estreno de la versión completa, más de tres horas, de un trabajo que indaga en la historia no contada en público.

Porque Citizen arrancó en agosto del pasado año con la presentación de su primer acto, Maiorías silenciosas. "El proyecto ha implicado cierto trabajo de investigación", explica Xesús Ron, "por el que Chévere ha entrado en terrenos poco explorados por el grupo hasta ahora, como el trabajo corporal". La intrahistoria de un personaje análogo a Amancio Ortega recorre la trama de la apertura de Citizen, situada en la "Transición o Transacción". "Queremos ver cómo trabajar con la realidad a través del teatro", señala el director de la propuesta, "y tratamos la política de manera más literal que otras veces".

Con Made in Galiza, la segunda de las tres partes que este fin de semana se podrán ver seguidas en Santiago, Chévere se encargó de llevar a las tablas la realidad semioculta de los talleres textiles que proliferaron en Galicia durante la década de los noventa. "Un ejercicio de sobreexplotación de mano de obra barata que después de trasladaría a países subdesarrollados", explica la compañía en una nota dirigida a los medios. El tercer acto, Wii economía, entra de lleno en el escenario histórico actual y aborda "el siglo XXI, que empieza con la crisis más profunda del capitalismo". "La tercera parte es quizás la más exigente para el público", admite Ron. La apertura de Wii economía son 30 minutos de silencio en la que el espectador sigue la obra a través de texto proyectado.

"Citizen no estaba completamente definida desde el principio", continúa, "sino que se ha convertido en una experiencia, para nosotros y para el público". Unos pequeños ajustes rítmicos, pero nunca la eliminación de una escena ni la adición de otra, compondrán el fresco de tres horas al que se podrán asomar los espectadores, en ocho funciones, este fin de semana y el que viene. "Ver los tres actos juntos y seguidos supone una experiencia diferente y para nosotros va a suponer un goce", asegura.

Más de tres mil espectadores han visto algunas de las piezas de Citizen. Con siete actores -"en los tiempos que corren, un formato mediano"-, Patricia de Lorenzo, Manuel Cortés, Miguel de Lira, Mónica García, Arantza Villar, Nekane Fernández e Iván Marcos componen el reparto del trabajo.

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