El 'Molt poc Honorable', entre rejas
Los artistas falleros interpretan la realidad política estos días con sus 'ninots'
El monumento de la falla Na Jordana, obra del artista Manuel Martín, revela un infierno color betún coronado por un esqueleto y su guadaña. Alrededor, decenas de demonios lidian con todo tipo de corruptelas, tanto supuestas como confirmadas, morales, políticas y empresariales. Una de las partes del monumento muestra al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, entre rejas por su supuesta relación con la trama de corrupción Gürtel, vinculada al PP. Pero Camps y Na Jordana responden solo a un caso. Resulta complicado encontrar ninots irreverentes y la cantidad mengua según crece el descaro.
La mayoría de comisiones y artistas evitan concretar sus críticas. Resulta habitual encontrarse, por ejemplo, el ninot de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en una amplía gama de formas, colores y posturas, pero los letreros, tan ambiguos algunas veces, obstruyen una interpretación clara. Un ejemplo. En la comisión Exposición-Micer Mascó, de la categoría Especial, Barberá aparece disfrazada de tendera detrás de un saco de patatas. La leyenda que explica su significado dice así: "La parada que té la Rita, te esta setmana d'oferta, les creïlles de Calatrava, amb la pell... descoberta". Ya no es solo el ninot, que podría dar a entender cualquier cosa, la explicación tampoco aclara demasiado.
Muchos 'ninots' de políticos evitan la crítica directa y los letreros claros
Na Jordana plantea una sima con demonios y los cabecillas de Gürtel
Ocurre lo mismo en el monumento que se planta a espaldas del edificio consistorial, en Periodista Azzati, esquina con la calle San Vicente. La alcaldesa aparece caracterizada de gótica, con un collar de pinchos al cuello y dos calaveras en el escote. Alguno de los paseantes que andaba por allí ayer a la mañana, comentaba que "seguro que a Rita no le hace mucha gracia". En realidad, podría ocurrir todo lo contrario. No se critica algo concreto, sino una actitud.
Con el presidente Camps, el trato es parecido. Aparece en bastantes figuras, como en el monumento de la plaza del Tossal, en el barrio de El Carme. Sí, el artista tira de ironía y coloca al presidente jugando con un scalextric como si fuera la fórmula uno. Es casi el ninot más irreverente, el que marca un poco el patrón, muy por debajo de lo que propone Na Jordana, con una sima repleta de imputados por supuesta corrupción, controlada por diablos en escorzo y el presidente al fondo tras las rejas y un letrero rezando: "Molt poc Honorable".
Esta comisión, como General Barroso-Litógrafo Pascual, cerca del Hospital Doctos Peset, estampa un motivo concreto. En este último caso, el artista planta a la alcaldesa y a Camps en mitad de dos casas. Estas se retiran ante su paso, como si el Moisés bíblico ordenase a las aguas su retirada. Se trata de una crítica clara al plan municipal de prolongar la avenida Blasco Ibáñez por mitad del barrio de El Cabanyal, una actuación muy discutida a nivel vecinal, académico e institucional.
De la clase política, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, aparecen más que cualquier otro que no sean Camps o Barberá. Zapatero sale disfrazado de cantante en la falla del Mercat y Rajoy de bailarina exótica en Sueca-Literato Azorín. En muchas los han colocado juntos. En la falla de la plaza del Tossal juegan una partida del pimpón al grito de la culpa es teua; no, la culpa es teua. Los artistas falleros se refieren a ellos con la crisis económica mediante, muchas veces echándose la culpa el uno al otro. También se han acordado de Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón, que sale en Exposición-Micer Mascó como un "producte del Camps" y en Na Jordana, en la sima de los demonios, al amparo de sus enormes cucharas, que evitan que tanto él, como Ricardo Costa, como los cabecillas de la trama Gürtel asomen más de la cabeza. En Na Jordana, algunos ministros y miembros destacados del PP nacional integran el decorado infernal hechos piedra de gárgola. Incluso queda espacio para Vicente Sanz, exsecretario general de RTVV que, cigarrillo en boca, como todos los ninots, espera su castigo maniatado hasta el cuello.
Son las fallas, los sueños del artista hechos madera, cartón y polietileno. Son ironía y también corsé, irreverencia y convención.
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