El balón, al suelo

Al suelo. Tras analizar el partido de ida, en el que el Schalke arañó un empate (1-1) en Mestalla, el Valencia ha llegado a la conclusión de que debe jugar mucho más a ras de césped para hacer sufrir a los centrales alemanes, Höwedes y Metzelder, mucho más fuertes en el juego aéreo. "El portero y los defensas son muy buenos por arriba. Tenemos que buscar otras vías", resumió Aduriz, delantero vasco del Valencia. "Procuramos quemar el miedo", añadió el técnico, Unai Emery, cuando se le preguntó por la tranquilidad que respira el Valencia ante la cita del año en el Veltins Arena. El preparador valencianista suspira por un partido "exquisito" para superar "la constancia y la fuerza" de su rival germano.

Neuer y Raúl separan al Valencia de volver al club de los ocho mejores de Europa cuatro años después, cuando el entonces equipo de Quique Flores fue eliminado en los cuartos de final por el Chelsea. También, de ingresar unos cinco millones, según calculan los directivos. El Schalke está muy marcado por Neuer, una institución, y por un Raúl en estado de gracia: marcó en Mestalla y, unos días después en Múnich, cargándose a Van Gaal, que no seguirá el próximo curso en el Bayern, y clasificándose para la final de la Copa alemana ante el Duisburgo el 21 de mayo en Berlín. Uno de los hombres más odiados de la Bundesliga, Felix Magath, no aparentaba sufrir demasiado por ello.

"¿Críticas? Eso es algo normal. También el entrenador del Valencia, que va tercero, recibe críticas", se defendió sin entusiasmo Magath, que confirmó la baja de Huntelaar y previó un partido "muy interesante" para el espectador. "Es muy peligroso que salgamos a buscar el 0-0. Tenemos que ir arriba. El Valencia también necesita atacar porque en la defensa ofrece algunas flaquezas". A su lado, Jurado, entusiasmado al hablar de la afición local: "Es espectacular. Hace tanto ruido que casi no nos oímos cuando nos hablamos en el campo. Esperamos su apoyo. Lo vamos a necesitar".