"El manual sexual de la Iglesia infringe derechos fundamentales"
La última víctima de la Inquisición en España murió quemada en Valencia en 1826. El maestro Cayetano Ripoll cometió el "delito" de no descubrirse al paso del Santo Viático y comer carne en Viernes Santo. "Con estos antecedentes en estas tierras, no es de extrañar que en el País Valenciano seamos una tierra de contrastes: más republicanos que nadie, y más católicos que nadie, según la época", explica Antonio Pérez Solís, presidente de la Associació Valenciana d'Ateus i Lliurepensadors (Avall), que estudia una demanda contra la Generalitat por permitir que el manual sexual del arzobispado se imparta en los colegios. Avall (wwww.ateusvalencians.es) nació hace dos años, pero tardó casi un año en ser legalizada porque "la solicitud se traspapelaba en el registro de asociaciones de la Comunidad Valenciana". La sede nacional está en Barcelona, pero tienen delegaciones en Madrid, Andalucía, Badajoz y una sección en Zaragoza.
"Los padres de los colegios católicos no se quejan de la educación sexual"
Pregunta. La asociación califica el manual sexual encargado por el arzobispado y presentado a los colegios como de "panfleto".
Respuesta. Sí. Porque tiene todas las características típicas de un panfleto: faltan razonamientos sólidos, apelación a unos instintos muy primitivos que, en este caso, son creencias. Pero resulta que, si uno los somete a un análisis, no es que no haya fundamentos sólidos, es que se da bofetadas con todo el progreso que la Humanidad afortunadamente ha tenido y nos encontramos de pronto con una barricada tremenda. Eso es lo que es un panfleto.
P. Aunque no se meten tanto con la Iglesia como con la actuación de la Generalitat, por el hecho de que Gobierno valenciano haya mirado a otro lado, en vez de velar por que se dé una educación que esté dentro del marco legal.
R. Efectivamente. Cualquier secta o religión tiene su justificación perfecta de hacer el máximo proselitismo que puedan. Pero que no se metan en las esferas que no son de su competencia. Y hay que incidir en que los Programas de Intervención de Educación Sexual (PIES) llevaban tiempo funcionando bien bajo el paraguas de la Administración del PP y la inmensa mayoría de los padres de colegios católicos no se habían quejado, ni tampoco los de los públicos. El manual es una maniobra para meter una segunda asignatura de moral católica en los colegios y redactada por los más fundamentalistas de la Iglesia Católica, que son los supernumerarios del Opus Dei.
P. ¿Eso supone un giro de la ciencia al adoctrinamiento?
R. Efectivamente. Se ha pasado a un militantismo tremendo, que empezamos a sentirnos agredidos. Es que de aquí al fundamentalismo que le achacamos a otros continentes no hay más que un paso, hay nada. Las religiones son todas muy respetables. Nosotros, como ateos, lo único que queremos es que se nos respete a nosotros. Las religiones pertenecen a la esfera privada de cada uno y yo se la respeto. Pero, que me respeten a mí. Que no me agredan. Y esto es una agresión.
P. Ustedes afirman que "la Constitución no se puede quedar a las puertas de los colegios".
R. Sí. Porque hay derechos amparados por la Constitución que están siendo violados con este adoctrinamiento.
P. Ustedes han puesto especial énfasis en el ataque que supone para los alumnos hijos de familias monoparentales, homosexuales o no casados, es decir, tipos de familias reconocidos por las leyes estatales que el arzobispado califica de "disfuncionales".
R. Por eso. Porque vienen estos señores a adoctrinar a niños, que es lo más grave, precisamente con ideas contrarias a lo que nos hemos dado todos los españoles como carta fundacional.
P. La Iglesia predica la "continencia", no acepta el preservativo, no reconoce a los homosexuales como "padres o esposos". La asociación estudia acciones legales por si supone un ataque a la salud pública o se violan los derechos fundamentales de estos colectivos. ¿En qué fase está?
R. Hemos solicitado urgentemente dictámenes, porque necesitamos en un primer estadio conocer si existen fundamentos legales. Creemos que se han infringido derechos fundamentales, lo cual sería objeto de una demanda por su transgresión.
P. ¿Qué le piden a la Administración valenciana?
R. Una cosa muy simple: que cumpla con sus obligaciones. Y su obligación es tutelarnos a todos, no tutelarlos a ellos. Lo único que pedimos es respeto. Un trato igual. Y, sobre todo, la Generalitat tiene una responsabilidad muy grave: son muchos millones de votos los que se han recibido y esos millones de votos no se pueden manejar a su antojo. Lo mismo que se tienen, se pueden perder. E incluso incurrir en responsabilidades si el uso de esos votos ha sido torticero o ha sido en detrimento del bien general.
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