Presión a los soberanistas

La operación de la Guardia Civil que el pasado martes puso punto final a la carrera del comando Otazua de ETA y el envío a prisión de los cuatro arrestados, acusados de 16 atentados, incluyendo dos asesinatos, ha introducido un nuevo factor en el debate sobre la actitud de la izquierda abertzale ante la violencia. Y ahora parte de la presión ya no recae sobre Sortu, cuyo futuro de cara al 22-M está en manos de los tribunales, sino sobre formaciones indudablemente democráticas como EA o Aralar.

El gesto de ambos partidos soberanistas de sumarse a Batasuna el pasado viernes para solidarizarse con los detenidos y reclamar el fin de "las detenciones y torturas, que resultan "inadmisibles" en un proceso "resolutivo de un conflicto", han levantado las críticas más duras en su contra de los últimos meses, especialmente desde las filas socalistas. No ha servido para acallar la polémica que los máximos responsables de EA, Pello Urizar, y Aralar, Patxi Zabaleta, asegurasen que ese texto era previo a los arrestos o dejasen claro que las Fuerzas de Seguridad deben seguir cumpliendo su labor. El consejero de Interior, Rodolfo Ares, quien ha puesto voz a esta presión sobre los soberanistas, reconoció ayer esa rectificación, pero la ve de todo punto insuficiente.

Ares: "No pueden hacer política como si ETA hubiera desaparecido"

En un marco tan simbólico como el homenaje al exconcejal socialista de Mondragón Isaías Carrasco, asesinado por ETA hace hoy tres años en su último atentado mortal en Euskadi, en vísperas de unas elecciones, Ares instó a EA y Aralar a ser "los más exigentes con ese mundo si quieren empeñarse en mantener una unidad de acción con los radicales abertzales".

El titular de Interior sostuvo que no es su pretensión que se "deterioren las relaciones con ningún partido democrático". Pero dejó claro su mensaje: EA, socio desde hace meses de Batasuna en el polo soberanista, y Aralar "deberían ser muy exigentes con ETA y reclamar que desaparezca definitivamente". Y es que ambas formaciones, a las que Ares instó a seguir rectificando, "no pueden engañarse, no pueden hacer política como si ETA hubiera desaparecido" porque no lo ha hecho.

La reacción socialista ha sido en este caso incluso más dura -el consejero usó ayer por segundo día consecutivo la palabra "infamia" para aludir a la declaración suscrita por EA y Aralar- que la registrada con la propia Sortu, en cuyo pronunciamiento tras los actos de kale borroka en Vitoria el PSE apreció "un pasito más".

La advertencia llega la víspera de que la Fiscalía del Tribunal Supremo presente hoy la demanda para tratar de impedir que Sortu pueda acudir a los comicios de mayo. El fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, ya lanzó el viernes un aviso a navegantes al dejar claro que la Fiscalía trabaja frente al intento de la izquierda abertzale de poner en marcha "un plan B y un plan C": las agrupaciones electorales y la posibilidad de concurrir a través de "un partido legal", en obvia referencia a EA.