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Reportaje:

Degas en alta resolución

El IVAM muestra las esculturas de bronce del pintor francés hechas a partir de unas escayolas que se descubrieron en 2004

El bronce merma, la escayola no. Ahí está, en el material usado en los moldes, la clave para ver desde ahora a Degas con la mayor nitidez, según explica Walter Maibaum, comisario junto a Carol Conn de la exposición Las esculturas de Edgar Degas, que ayer inauguró el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM). Se trata de 74 figuras del pintor francés, unas obras fundidas a raíz de que en 2004 se descubrió una colección de escayolas realizadas, a partir de las ceras originales y con el consentimiento de Degas, por su amigo Paul Albert Bartholomé. Y por ello ofrecen unos detalles hasta ahora desconocidos respecto a las que se fundieron en torno a 1919, para las que se emplearon moldes de bronce, y que por tanto sufrieron deformaciones. Es decir, son esculturas de Degas pero en alta resolución. "Es como comparar una fotografía hecha de una fotografía con una fotografía realizada con un negativo", añade Maibaum.

"Él, en su vida, nunca hizo un bronce", afirma el comisario
"Fue como abrir la tumba de Tutankamon", añade Maibaum

La muestra refleja con claridad las imperfecciones, la rugosidad de la cera, la superposición de capas en un proceso que para Degas nunca culminaba. "Nunca consideró que su obra estuviera acabada". Es más, "Degas, en su vida, nunca hizo un bronce". Maibaum explica que la única vez que mostró una de sus obras, La pequeña bailarina de catorce años, en 1881, realizada en cera y con un tutú de tela y una peluca de cabello humano, recibió tal varapalo de una comunidad artística escandalizada, que el pintor no volvió a exhibir sus obras. Y todo apunta a que sus esculturas en cera le servían para hacer estudios de la forma y el movimiento que luego llevaría al lienzo.

Dos años después de la muerte de Edgar Degas (París, 1834-1917), conocido entre los expertos como el padre del movimiento en la escultura, sus herederos decidieron convertir la cera en bronce. Y la fundición Hébrard de París se encargó de elaborar las copias a medida que se vendían, una media de 29 de cada figura.

Ocho décadas después, en 2001, a Maibaum le llegó la información de que se iba a fundir una nueva figura de La petite danseuse... Algo que le pareció imposible porque no existían más que dos copias en museos estadounidenses. Tras investigar el tema, llegaron a una fundición de Chevreuse (Francia) en la que hallaron 74 escayolas, correspondientes a las que se conocían de Degas pero con leves diferencias. La conclusión es que las realizó Bartholomé en vida del pintor, que siguió variándolas hasta su muerte. Y como ejemplo La pequeña bailarina..., la estrella de la exposición, que en esta versión tiene coleta, porque así la moldeó Degás en principio, en vez de un pequeño moño, tal y como la dejó a su muerte.

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Las esculturas de Edgar Degas enseñan por tanto mejor al pintor. Y todo gracias a un descubrimiento: "Fue como abrir la tumba de Tutankamon".

El IVAM muestra una exposición de esculturas de Degas, con más detalles que las hasta ahora conocidas.
El IVAM muestra una exposición de esculturas de Degas, con más detalles que las hasta ahora conocidas.CARLES FRANCESC

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