Feijóo, contra todos los bipartitos

La secuela de la exitosa campaña del PP contra "el lujo y el despilfarro" de los bipartitos ya se rueda en Galicia, cuando faltan tres meses para las elecciones municipales. El presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, repite como protagonista y otra vez socialistas y nacionalistas vuelven al papel de malos que despilfarran el dinero de los gallegos. Las tramas sobre audis y muebles de diseño se desarrollan esta vez en A Coruña y Pontevedra, según se encargaron de recordar ayer secundarios del PP como Carlos Negreira y Telmo Martín, durante la convención del partido que pretende lanzar la precampaña.

El propio Feijóo calcó el guión de hace dos años y aseguró que ya "no caben los dobles asesores, los dobles logotipos, ni el doble alcalde".

El gag cómico lo puso la candidata y presidenta del Puerto de Vigo, Corina Porro. Como prueba de la descoordinación del bipartito vigués, citó que en la cabalgata de reyes, "Gaspar va en la carroza de la alcaldía y Melchor en la de la tenencia de alcalde".Y eso que el secretario general del PP gallego llevaba días advirtiendo que no quería un mitin sino un diálogo con la sociedad. Alfonso Rueda dio paso a "Alberto" y el presidente sirvió su habitual ración de estopa contra Zapatero, el PSOE y los bipartitos, ahora en versión municipal.

En sus horas más bajas como presidente, con Galicia a la cabeza del crecimiento del paro en España y después de haber alegado esta semana que no dispone de competencias frente al desempleo, Feijóo descargó su artillería contra las coaliciones y puso deberes a sus candidatos y alcaldes. "Permitidme, respetando la autonomía local, que os pida, que reduzcais el 30% de todos los gastos, en personal eventual, cargos de confianza, parque móvil y concejales de plena dedicación".

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal aseguró que el PP no permitirá que el Gobierno arruine "el éxito de la fusión de las cajas". No se explayó mucho, censuró que Zapatero quiera "liquidar las cajas" allí donde manda el PP y todavía experimentó con otro remedo de las autonómicas cuando glosó "la libertad" de los gallegos para elegir ahora la lengua de escolarización de sus hijos.

Guerra en Ourense

La idea del PP de dar un aire fresco a la convención propició también coloquios con los militantes. Y es lo que tienen los debates abiertos: que llega un militante, pregunta a Corina Porro y Carlos Negreira qué medidas tienen para crear empleo, y a la candidata en Vigo no se le ocurre más que hablar de lo que incrementó el tráfico de barcos del puerto que preside, amén de vagas declaraciones de principios. Citó entre ellas, "que el urbanismo puede generar empleo pero si no das una licencia"... Negreira ni siquiera tomó la palabra.

El formato del político sentado en el taburete respondiendo a las inquietudes de la gente permitió a un afiliado de Ourense quejarse de que el sector urbanita le está haciendo la vida imposible al candidato de Baltar, Rosendo Fernández. Feijóo despejó el asunto como pudo, sin mencionar si quiera al candidato y aun tuvo tiempo de revelar que sus ratos libres en Monte Pío los mata adiestrando a Camila, una perra que nació el día de su victoria electoral. La convención incluyó una visita a la Cidade da Cultura y la militancia eligió entre esa excursión y una charla sobre "la austeridad en la gestión pública" que se celebraba a la misma hora. Dos modelos ditintos para un mismo partido.