Pepe es la explicación de Mourinho

El Madrid avanza hacia su primera final copera en ocho años. Lo hace porque tiene un buen equipo y porque su entrenador, José Mourinho, ha conseguido concentrar los esfuerzos de sus jugadores en un torneo que hasta hace poco tiempo subestimaban. Le queda el último peldaño. Lo acomete esta noche en la vuelta de las semifinales contra el Sevilla, que debería gestionar con cierta comodidad (0-1 en la ida) de no ser porque lleva dos meses jugando mal. Ha perdido control de balón y pegada. Ante quienes indagaron en las posibles causas, como la falta de puntería de Cristiano Ronaldo o la necesidad de un recambio para Xabi Alonso, Mourinho meneó la cabeza y señaló hacia una línea insospechada. La zaga, aparentemente el punto más consistente. Y recordó a un ausente. Recordó que, sin Pepe, de baja por una rotura muscular, el Madrid ha perdido más que un defensa. Ha perdido de todo.

"Hemos pasado un periodo largo jugando a un altísimo nivel y ahora nos está costando un poquito más", dijo Mourinho antes de hacer una pausa dramática y articular una respuesta sorprendente. "No me gusta hablar de jugadores que no juegan, pero... Tengo que decir lo que me parece la verdad: el equipo, con Pepe, juega más alto; el equipo, con Pepe, no tiene miedo a dejar espacios a su espalda; el equipo, con Pepe, presiona mucho más; el equipo, con Pepe, recupera los balones más rápidamente, y el equipo, con Pepe, es más peligroso en el ataque".

La enumeración repetitiva casi deja sin aire a Mourinho, que terminó de redondear su razonamiento con una analogía física: "Estamos hablando de un defensa central, pero muchas veces el fútbol es como un sistema de vasos comunicantes. La ausencia de cualquier jugador produce consecuencias inesperadas. Otros [Albiol y Sergio Ramos son los sustitutos de Pepe] lo están haciendo muy bien atrás, pero, por sus características, Pepe cambia mucho el modo de jugar del equipo".

Hacía días que Mourinho escurría el bulto. Distraído con el reclamo de un nueve, empeñado en posicionarse en el conflicto que le ha enfrentado a la directiva, no tuvo tiempo ni ganas de buscar una explicación al mal juego del equipo. Ayer la encontró: Pepe.

El futuro laboral del defensa portugués es uno de los asuntos que, después del nueve, más han preocupado a Mourinho últimamente. Pepe, que cumplirá 28 años este mes, acabará su contrato en junio de 2012. Una de las políticas del Madrid es comenzar a negociar las renovaciones de los compromisos 24 meses antes de que finalicen. El club y el jugador llevan meses intentando llegar a un acuerdo. El proceso ha sido escabroso. Una grave lesión de rodilla primero y las exigencias del central después, ya que llegó a pedir cinco millones de euros netos por año, según fuentes de la entidad, atascaron las conversaciones. Pepe sostiene que durante todo este tiempo ha cobrado un millón de euros, el sueldo mínimo en la plantilla, y que el Madrid se comprometió a subirle su retribución. Pero el club no quiere pagarle más de lo que ganan Higuaín y Alonso, que están en la parte media-alta de la escala salarial. Su agente, Jorge Mendes, que es el mismo que representa a Mourinho, intenta lograr que su cliente consiga el mayor beneficio posible. En los despachos del estadio Bernabéu aseguran que las posiciones se han acercado y que el consenso puede estar próximo. Mientras tanto, Mourinho hace su contribución a la causa del futbolista.

"Yo no creo nada", respondió el entrenador cuando le preguntaron si creía que Pepe ya debería haber renovado su contrato; "solo creo que es un óptimo jugador para mí y para el Madrid. Si la directiva y él no llegan a un acuerdo, es un problema de ellos, no mío. Yo me concentro en que él esté al ciento por ciento hasta 2012. Y basta".

Mourinho puso el énfasis en Pepe a la hora de explicar los problemas de funcionamiento del equipo, a siete puntos del Barça en la Liga. Por el contrario, cuando le preguntaron por Alonso, cuya ausencia en Pamplona reveló la incapacidad de sus compañeros para iniciar las jugadas, se mostró mucho más ponderado. "Es un jugador importante", dijo, "pero en casa no ha jugado ante el Valencia o el Sevilla y hemos ganado igual. Ha entrado contra el Mallorca y el equipo ha mejorado. Y por enfermedad no ha estado frente a Osasuna y el equipo ha sufrido un poco en la construcción del juego. Es importante. Cuando esta clase de jugadores no participa, el equipo se resiente un poquito. Es normal".