_
_
_
_
_
Reportaje:CICLISMO

Relaciones poco recomendables

El Garmin despide a un director por enviar a un ciclista al médico Luis García del Moral, que trabajó con Armstrong

Carlos Arribas

El Garmin (a partir de este enero, Garmin-Cervélo) representaba como ningún otro equipo la nueva religión del ciclismo global, aquel en el que la imagen ocupa el lugar de la realidad. El compromiso antidopaje, la fe en un ciclismo limpio, figuran en el ADN original de un equipo con base en Girona y algunos de cuyos dirigentes (el mánager, Jonathan Vaughters, estadounidense; uno de sus directores, Matt Whitte, australiano) han aprendido su oficio en los equipos de Lance Armstrong.

Su puritanismo (personificado en el ciclista arrepentido David Millar) y su extremismo les llevaron a prohibir las agujas y hasta pensaron durante la concentración invernal de 2010 en organizar charlas para los corredores sobre los peligros del dopaje. Finalmente, no lo hicieron pensando que simplemente hablarles de antidopaje a chavales tan ingenuos despertaría en ellos el deseo de probar el dopaje.

El equipo, con base en Girona, profesa el antidopaje como una religión

Dentro de ese equipo, en cuyo organigrama figuran dos fisiólogos, dos quiroprácticos, una psicóloga y dos médicos, fue posible, sin embargo, que el 16 de abril de 2009, a las 17.10, uno de sus corredores, el australiano Trent Lowe, recibiera un correo electrónico de Whitte convocándole a un test médico al día siguiente con Luis García del Moral, a quien apodan El Gato o El Puta Madre, en el complejo La Petxina, dependiente del Ayuntamiento de Valencia. Como Lowe no debe de conocer a Del Moral, White añade su número de teléfono móvil.

García del Moral fue durante varios años, de 1999 a 2003, médico en el US Postal de Armstrong. Su nombre figura en los correos en los que Floyd Landis denunció en mayo pasado a las autoridades el, según él, dopaje organizado en el equipo de Armstrong. White le conocía además porque a él acudía también su esposa, la marchadora australiana Jane Saville, que se entrenaba en Oliva (Valencia).

Ayer, Vaughters, el jefe del Garmin, despidió a White por haber roto la norma interna del equipo que exige que todos los asuntos médicos debe decidirlos la dirección médica del propio equipo.

La forma en la que, según propia confesión, Vaughters, que es también el presidente de la Asociación Internacional de Equipos Ciclistas, se enteró del asunto es también interesante: en un email en el que le recordaba que aún le debía el salario del mes de diciembre, el propio Lowe amenazaba a Vaughters con hacer pública la cita con Del Moral.

En la reacción de Vaughters seguramente ha influido otro correo, el que el propio Landis envió el pasado 20 de enero al jefe de la USADA, la agencia antidopaje de Estados Unidos. En él, Landis recuerda cómo Vaughters le había confesado en 2006 cómo se había dopado a lo largo de su carrera ciclista y le pedía que le suspendiera inmediatamente, ya que tanto el caso de White-Lowe como unos análisis sospechosos de su estrella, Wiggins, en el Tour de 2009 demostraban, según Landis, que Vaughters seguía en el lado oscuro.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_