Un papel de altos vuelos
La prestigiosa revista 'Monocle' lanza un periódico solo disponible en estaciones de esquí, hoteles y aeropuertos
"Cubriendo todo lo que pasa desde 1.500 metros y subiendo". Así, con claridad diáfana, se define Monocle Alpino, el periódico más cool que jamás ha visitado las alturas, las de montaña o cualquier otras. Lo de Monocle fue al principio, en febrero de 2007, un invento puramente anglosajón, impulsado como una publicación hiperestilizada y dirigida a un público leído, culto, impaciente y agradecido, el que sigue gastando en revistas porque pasa la mitad de su tiempo en aeropuertos y necesita llenarse la cabeza con algo que no sea su trabajo. La revista, pues, fue un éxito desde el principio, capaz de llegar a ese hombre / mujer que coquetea con el éxito o que aspira a hacerlo y al que ningún tema le parece fútil.
Pese a vivir en la era de Internet, cada uno de sus proyectos ha sido un éxito
Al papel le siguieron un espacio de televisión con la influyente Bloomberg, una emisora de radio y una cadena de tiendas repartidas por todo el mundo donde se vendían -además de la revista- productos que la compañía realizaba en colaboración con socios de calidad contrastada, como Comme Des Garçons o Head-Porter.
Este mismo verano los responsables de la publicación decidían abrir un nuevo mercado con Monocle Mediterraneo, un periódico de 62 páginas cuyas ventas en Japón, Estados Unidos y diversos resorts a lo largo y ancho del Mare Nostrum sorprendieron al más pintado. El éxito de la aventura permitió a Monocle lanzarse a su último proyecto: otro periódico -esta vez con 72 páginas- íntegramente en color cuyo objetivo era llenar el último hueco que le quedaba a la compañía, un hueco en la cima del mundo que debía llevarles desde Aspen hasta St. Moritz o Neseko, parajes cuyo abolengo resultará familiar a los más acomodados y que pasan por ser lugares donde se reúne lo más y mejor del universo de los negocios, del arte y de la política.
El periódico ya gozó de sus días de gloria en 2009-2010 (en una primera edición que funcionó como laboratorio de pruebas), pero esta vez, con más páginas, más tirada y mayor distribución, aspira a una consolidación que se antoja inevitable. Monocle Alpino empezó a venderse el día 16 de diciembre de 2010 y estará disponible hasta finales de febrero en estaciones de esquí, hoteles de montaña y los aeropuertos que sirven de enlace con las más importantes destinaciones invernales del mundo, por un precio de seis euros.
En su interior el lector encontrará incursiones a la gastronomía de las alturas, reportajes sobre las mejores residencias de invierno del mundo o artículos en los que los redactores de la revista se lanzan al monte con la patrulla alpina del ejército alemán o el grupo de rescate de la policía suiza. Incluso hay sitio en su portada para un reportaje sobre Andorra, cuestionando la solidez de su modelo de negocio en las condiciones económicas actuales.
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