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Paralizada una obra en Lugo que daña restos romanos

La jefatura territorial de Cultura de Lugo ordenó ayer la paralización de una obra promovida por el Ayuntamiento en el casco histórico, por carecer de control arqueológico, lo que ha provocado que se hayan destrozado parcialmente restos que podrían corresponderse con un hipocausto romano. El consistorio asegura que ya se habían adoptado medidas con anterioridad a esta comunicación al haber detectado la incidencia la Patrulla Verde de la Policía Local.

Las obras ahora paralizadas consisten en canalizaciones con las que se pretende renovar el alumbrado público en la plaza de Santo Domingo. Fue la Xunta de Galicia la que dio a conocer que, según los informes recabados, se había observado que no se llevaron a cabo las intervenciones arqueológicas a las que obliga el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del casco histórico de Lugo.

Además, según la Xunta, una vez iniciada la excavación aparecieron restos que fueron parcialmente destrozados, que se podrían corresponder con un hipocausto (antigua caldera romana para calentar agua), parte de los cuales fueron a parar a un contenedor de escombros y, precisan, "es posible que algunos ladrillos hayan desaparecido".

Proyecto arqueológico

A la vista de esta situación, el jefe territorial de Cultura, Xosé Carlos Rodríguez Andina, firmó una orden de paralización de las obras que fue remitida al alcalde de Lugo a través de la Policía Autonómica y se ha instado al Ayuntamiento a presentar un proyecto arqueológico para llevar a cabo la intervención correspondiente sobre la zona. También advierte al Consistorio que todo este proceso se deberá realizar sin "perjuicio de las posibles responsabilidades que pudieran derivarse de los daños resultantes de los incumplimientos detectados hasta el momento".

El Ayuntamiento asegura que la orden de Cultura llegó dos horas después de que se hubiera actuado ante la empresa adjudicataria como consecuencia de una denuncia de la Patrulla Verde, lo que hizo que hasta el lugar se hubieran desplazado, entre otros, la jefa del servicio de Arqueología Municipal, quien trabajó en la zanja para limpiar la zona y comprobar la existencia de posibles restos. La empresa que ejecuta los trabajos dispone ahora de un arqueólogo y asevera que presentará "de inmediato" un proyecto arqueológico al ayuntamiento.

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