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Crónica:ESPANYOL 4 - ZARAGOZA 0 | FÚTBOL | 18ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Espanyol baila al Zaragoza

Los de Pochettino se exhiben frente a un rival descompuesto

Jordi Quixano

Regresó la mejor versión del Espanyol, con una circulación del cuero deliciosa y eléctrica, con una presión avanzada de las de aúpa y un remate picante y certero. Poco le importaron las contrariedades que le presentó el duelo -las tempraneras lesiones de Márquez y Osvaldo-; enchufado desde el inicio y con una suficiencia brutal que descompuso al Zaragoza, un harapo sin juego y descoyuntado.

Pochettino ha creado un equipo generoso y solidario. Detalles ejemplifican la madurez y la unión de este voraz Espanyol, con Europa ya en el entrecejo. Como que Dídac, un lateral que a sus espaldas solo tenía un agujero, se haya convertido en un zaguero táctico y de recorrido con la confianza del mister; como que Luis García tire un penalti y los 10 jugadores de campo acudan al banderín de córner a celebrarlo. Todos a una. Lo padeció el Zaragoza, la antítesis, con 20 jugadores de 12 nacionalidades distintas y con la única propuesta de echar el candado atrás para tirar del improvisado contragolpe.

ESPANYOL 4 - ZARAGOZA 0

Espanyol: Kameni; Chica, Amat, Víctor Ruiz, Dídac; Baena, Javi Márquez (Sergio García, m. 14); Luis García, Verdú (Duscher, m. 80), Callejón; y Osvaldo (Álvaro, m. 28). No utilizados: Cristian Álvarez; Datolo y López.

Zaragoza: Leo Franco; Diogo, Lanzaro, Jarosik, Paredes; Edmilson (Adam Pinter, m. 46), Gabi; Jorge López (Bertolo, m. 50), Ander, Lafita y Sinama Pongolle (Braulio, m. 68). No utilizados: Doblas; Boutahar, Contini y Obradovic.

Goles: 1-0. M. 8. Osvaldo. 2-0. M. 29. Luis García. 3-0. M. 33. Álvaro. 4-0. M. 86. Sergio García.

Árbitro: Muñiz Fernández. Amonestó a Amat, Sinama Pongolle, Diogo, Adam Pinter, Chica y Ander.

26.910 espectadores en Cornellá-El Prat.

No tiene remedio este Zaragoza, sin refuerzos porque no hay dinero, con una zozobra que fustiga sin cesar y que no remite porque el presidente no se entiende ni con sus secuaces, ni con su afición, ni con su sombra, y con unos futbolistas tan desganados como incapaces, el equipo va a la deriva. Tampoco azuza ni reactiva Aguirre, genial motivador con las piezas equivocadas. En Cornellà, el Zaragoza se amontonó cerca de su área y se fio a las contras. Pero el rival le presionó arriba y provocó pelotazos sin sentido.

El Espanyol removió el balón con precisión. De lado a lado. Sin apuros. Amat y Víctor Ruiz enlazaban con la segunda línea, de ahí al costado y cambio de orientación. Sin fallos. Como ese desplazamiento de Callejón que fue a pies de Sergio García y que finalizó con un pase interior que Luis García no metió de chiripa. O como ese centro por detrás de la defensa al que acudió Osvaldo para peinarlo a gol. Puro fútbol. Expresado por Callejón, jugador de toque, explosión y requiebro. Se la hizo a Diogo, que le tumbó dentro del área y el penalti lo transformó Luis García. Dos a cero.

Salió Álvaro por Osvaldo para cazar un pase al hueco, rematar al ángulo opuesto y anotar el tercero. El Zaragoza no ofreció una alternativa y el Espanyol bajó el listón. Hasta que otro hurto -un pase atrás hacia el portero- en el área chica acabó en la asociación de los García, de Luis a Sergio, para firmar la cuarta diana.

Luis García busca el remate ante Lanzaro.
Luis García busca el remate ante Lanzaro.AFP

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