"No me gustó el equipo"

Kaká estaba esperando la noche de ayer desde el 5 de agosto, cuando fue operado de la rodilla. José Mourinho dijo que le vio feliz, tan feliz como si hubiese vuelto a debutar con la camiseta blanca. Pero en realidad nadie prestó demasiada atención al brasileño. Ni siquiera el banquillo del Madrid. Era el minuto 75 y el Getafe buscaba recortar distancias una y otra vez. Poco después fue expulsado Arbeloa. Por decirlo con palabras del técnico portugués, reinaba el desorden. "No me gustó el equipo", espetó Mourinho cuando le preguntaron qué le había parecido la actuación de Sergio Ramos de central. El español formaba ayer una inédita pareja con Albiol debido a las ausencias por sanción de Carvalho y Pepe.

"No me gustó el equipo como equipo. No quiero hablar de Sergio individualmente porque sería injusto. Normalmente jugamos más ordenados, más compactos. Defensivamente hoy no lo hemos estado... Hemos concedido demasiados espacios. Mi equipo tiene que defender mejor", prosiguió el técnico. Mourinho entendió que había sido un partido muy extraño, que nunca había tenido la sensación de que sus jugadores lo controlaran. "Cuando empezó creía que íbamos hacia un 4-0 de la tranquilidad, pero en el descanso vi que habíamos perdido totalmente el control, la mentalidad y la concentración", comentó. "En la segunda parte empezamos de nuevo bien y luego con la expulsión de Arbeloa y el gol de ellos nos quedamos con cara de que podía pasar cualquier cosa", añadió el entrenador.

Cada vez que Mourinho dice que no quiere hablar de los árbitros siempre acaba hablando de ellos. Es como si no se pudiera controlar y suelta la lengua. Igual que hizo con el cuarto árbitro una y otra vez durante el partido. "He visto cinco manos durante el encuentro, dos de Arbeloa, una de Lass, una de Di María y una de Parejo. Ha habido amarilla para todos menos para Parejo, un criterio muy diferente ¿no? El partido ha sido así: el árbitro, nosotros, todo estaba muy extraño", explicó el portugués antes de preguntarle al jefe de prensa, sentado a su lado, cuántas jornadas llevaba en la Liga. "¿Diecisiete? Pues hemos ganado 14", soltó.

¿Era penalti el que pitó el árbitro sobre Di María?, le preguntaron al entrenador portugués, que tras el último partido de Liga antes de Navidad, frente al Sevilla, salió a la sala de prensa del Bernabéu con una hoja de supuestos errores arbitrales. "Penaltis son los que vi ayer en la tele

... Los de hoy no lo sé, porque desde el banquillo no se ve y desde allí sentado siempre te puedes llevar una sorpresa. Sé que no nos pitaron uno contra Osasuna y sé que el de Cristiano en el Camp Nou también lo era", contestó.

Mourinho no quiso hablar de jugadores individuales pero sí de Kaká. "En España todavía no han visto a Kaká, se pasó un año entero casi lesionado. Hoy le he visto tan feliz como si estuviese debutando con la camiseta del Madrid", comentó. "Sí, tiene razón el mister", dijo el brasileño. "No he hecho nada todavía en España. Para mí ahora es un gran desafío, quiero volver a jugar a un buen nivel, pero no solo para los demás, sino para mí, para demostrarme a mí que valgo", explicó Kaká. El jugador también aseguró que tuvo miedo de no poder volver a jugar. "Llegué a dudar de mi vuelta. Tuve miedo, sí, cuando vosotros os preguntabais cuándo volvería, yo me preguntaba si iba a poder volver". Ha vuelto. De momento para 15-20 minutos. "Esto no es el jueves, o el próximo domingo. Esto es ir paso a paso. Lo que me faltaba era la alegría de jugar y ahora la tengo", concluyó.