Canciones de amor y desamor

Pop y flamenco. Son las señas de identidad del trabajo de la banda La Hoguera. El grupo de Rota (Cádiz) recorre en su nuevo disco, En un segundo..., un arco musical marcado por letras que hablan de amor y desamor. Y lo hace a través de los estilos más diversos (palos flamencos, reggae, funky, blues, bossa, ritmos caribeños...).

La voz de la cantaora Inma Mora se adueña del trabajo con el acompañamiento de una multitud de instrumentos musicales. Manuel Martín-Arroyo (guitarra flamenca, tres cubano, cavaquinho...), Ignacio Liaño (guitarras eléctricas y mandolina), Marco A. Barroso (batería, congas, bongos, percusiones...) y Juan Martín-Arroyo (bajo y pito de caña) aportan su voz a los coros y dan forma al grupo. El disco está producido por la propia banda roteña.

El trabajo combina palos del arte jondo con 'reggae', 'funky', 'blues' y 'bossa'

Destacadas colaboraciones en varias canciones añaden valor al trabajo. Es el caso del cantante Javier Ruibal (Cuídate) o el poeta Luis García Montero (Solo aquí y ahora, canción que enriquece el contrabajo de Lila Horowitz). El tocaor Juan Diego Mateos ha dejado su arte en Rencor.

"Estamos muy influidos por la música pop, pero nuestra cantante es una cantaora de flamenco. Aprovechamos esta unión para hacer un estilo fusionado. En la misma línea que hemos seguido siempre. Cuando se unen estas diferentes influencias es cuando surge la música de este disco", comenta Juan Martín-Arroyo. "Aprovechamos la variedad de palos del flamenco para mantener distintos estilos. Por ejemplo, dentro de un reggae metemos un tanguillo o el ritmo de bulería lo seguimos para hacer una canción pop", señala el músico.

Su origen geográfico es otro rasgo a tener en cuenta. "Somos de Rota, que está dentro del triángulo del flamenco, formado por Jerez, los Puertos y Sevilla. Y gracias a la base de Rota, hemos tenido una relación con la música americana desde antes que nadie. Nos han llegado discos americanos antes que a nadie", manifiesta el músico.

Los ensayos son la auténtica piedra de toque del grupo. El fluir de estilos, palos y variedades musicales explota en los ensayos en direcciones tan imprevistas como definitivas. "Cuando La Hoguera toca en el ensayo surge el palo, el estilo de música que va a acompañar a cada uno de los temas. Decimos: 'esto por reggae queda más chulo; esto vamos a meterlo por tango'. Cuando se ensaya surge el estilo flamenco o pop que vamos a dar al tema. Los temas llegan al ensayo de una forma y salen de otra", afirma Juan Martín-Arroyo.

Las canciones de La Hoguera muestran lo complejas que son las relaciones amorosas y los mimbres tan delicados que las entretejen. "Todas las relaciones amorosas implican sensaciones buenas o malas. Es de donde surge casi siempre el arte", resume. Pero el nuevo disco de la banda roteña deja siempre claro que arriesgarse es necesario y que hay que vivir cada momento con pasión. "Todas esas relaciones fallidas nos llevan a un revulsivo, a un intento de vivir mejor, a una forma de reaccionar positivamente a esas relaciones malas. Siempre hay un guiño de alegría en todos los temas", concluye Juan Martín-Arroyo.