En el fin del mundo

Su primer montaje fue Si dentro de un limón metes un gorrión, el limón vuela. Y claro, con ese título y su logo, que es un limón con alas, no hubo más remedio que fijarse en ellos.

Son jóvenes, pero ya tienen suficiente experiencia como para considerarles escénicamente solventes e incluso veteranos. Los ronlaleros, como les llaman los espectadores que han fidelizado estos cinco curiosos artistas agrupados bajo el nombre de Ron Lalá, hacen un teatro, casi musical, que no podríamos decir que ofrezca grandes innovaciones, ya que lo sorprendente y atractivo radica en cómo se mueven en el escenario y lo que dicen desde el humor sutil e inteligente. Mundo y final cuenta un viaje iniciático al más allá cuando solo queda hora y media de existencia del mundo. Y todo porque un individuo solicita telefónicamente, como quien pide una pizza, la destrucción del planeta. Ron Lalá y el director Yayo Cáceres reciben en el teatro Alcázar todos los domingos a las nueve de la noche con mucha energía, ganas, ingenio y algo de jeta.