"Contra la acumulación de cargos hay que luchar fuera del Parlamento"

Pasada la página del bipartito, Xaquín Fernández Leiceaga (Noia, 1961) se puso al frente del grupo parlamentario socialista como portavoz, antes incluso de que el PSdeG eligiera a Pachi Vázquez como sucesor de Touriño. La bicefalia puede tocar a su fin si Leiceaga se suma a la candidatura de Santiago en las municipales y Vázquez hace efectiva su decisión de hacer dimitir a los diputados que vayan en otras listas electorales.

Pregunta. Van casi dos años desde que el PSdeG pasó a la oposición. ¿Cómo ha asumido el grupo su nuevo papel?

Respuesta. Ya lo hemos asumido. Además, la oposición tiene dos elementos básicos: de control y de impulso. En un primer momento, por razones obvias, era la de control la que priorizamos, y se hicieron aportaciones importantes. Como la autovía Carballo-Berdoias o los repetidos asuntos de las oposiciones. Pero también lo complementamos con la propositiva, de impulso, bastante seria. Por ejemplo, en el Plan Estratégico presentamos trescientas y pico iniciativas que lo mejoraban. Y llevamos presentadas cinco o seis leyes, además de un proyecto de reforma de Estatuto. Poco a poco creo que estamos configurando un perfil de un proyecto alternativo al que representa Feijóo en la Xunta.

"Las dimisiones deberían aplazarse hasta después de las municipales"

"Yo tengo una vinculación política y sentimental con el Ayuntamiento"

"La Lei de Caixas fue el momento de más discusiones internas"

"Feijóo ha destruido un capital político acumulado durante 25 años"

P. ¿Qué es lo más duro de pasar a la oposición?

R. Cuando estás en el Gobierno tienes más recursos y más apoyo, y en la oposición estás más huérfano y es más difícil conectar con la sociedad. Hay un primer momento de choque en el que te sientes más en solitario haciendo esa labor. Pero eso está ya superado.

P. En este tiempo hubo momentos de zozobra interna, como la dimisión de Touriño, el enfrentamiento entre diputados de A Coruña o la Lei de Caixas. ¿Cuál fue el más delicado?

R. Sin duda, todo el asunto de las cajas, por la carga de responsabilidad que comporta un asunto de este tipo, fue lo que motivó más discusiones internas.

P. Para usted, que negoció la ley en la ponencia, ¿supuso un esfuerzo personal reformarla para prorrogar el mandato de todos los consejeros?

R. No tengo en ese sentido ninguna reserva, absolutamente ninguna. Ahí había un valor fundamental a preservar, que era la existencia de una caja con base en Galicia sólida y solvente. Y eso fue lo que se consiguió. Y para eso, como dice la máxima ignaciana, en tiempo de tribulación, no hacer mudanza. Hubo que mantener la estabilidad institucional de la caja durante un tiempo. Yo creo que es un peaje que buenamente pagamos.

P. Buena parte de sus denuncias se centran en los recortes sociales de Feijóo. ¿Dificulta esa tarea la afirmación de Pachi Vázquez de que hay que podar el Estado de bienestar?

R. Ese discurso no corresponde a lo que él quiso decir. Era una contestación improvisada a alguna pregunta. Estamos convencidos de que el Estado de bienestar hay que reforzarlo. Al mismo tiempo, somos conscientes de que, en un momento de debilidades presupuestarias y financieras, hay que apurar al máximo la eficiencia con que se prestan los servicios del Estado de bienestar. Pero justamente para reforzarlos, y no para ninguna otra cosa.

P. ¿Por dónde se puede mejorar la oposición a la Xunta?

R. Seguramente conectando mejor con las demandas y con el concurso de la sociedad, y también afinando la presentación pública de nuestras posiciones, para tener en cuenta los estados de ánimo de esa sociedad. Y además de los recortes sociales, debemos atacar el flanco de toda la calidad democrática: llevamos casi dos años de Gobierno de Feijóo y de la prometida reforma de los medios de comunicación públicos no sabemos nada, hay un retroceso en las prácticas democráticas, no se ha avanzado en transparencia... Por no hablar de las prácticas caciquiles en materia de función pública. Y hay un segundo flanco grave también, que es el identitario. Feijóo ha destruido el consenso en materia lingüística, pasándose por el forro el Plan de Normalización, que fue aprobado por los tres partidos en 2004, y despreciando las opiniones del Consello da Cultura y de la Real Academia. Y ese era un capital político acumulado en 25 años de autonomía.

P. Pachi Vázquez dijo que el PSdeG no tiene nada que ver con el nacionalismo. Como ex dirigente del BNG, ¿qué le sugiere esta afirmación?

R. Eso que dijo es cierto en su literalidad, somos dos proyectos diferentes. El nuestro aspira a reforzar la identidad de Galicia dentro de una España plural, en sentido federalista, no nacionalista. Dicho esto, yo también soy consciente de que en la práctica política diaria hay enormes elementos de coincidencia en la defensa de los valores progresistas, de la identidad de Galicia o de la cultura democrática.

P. En el PSdeG siempre existió una corriente galleguista. ¿Sería bueno recuperarla?

R. Lo más importante es que el galleguismo como valor o como idea esté presente en el conjunto de la práctica del partido. Y, sin duda, en los dos últimos años, nuestro compromiso en la defensa de la lengua indica que esos valores están presentes en el núcleo del socialismo.

P. El secretario general da por aprobada una resolución en la ejecutiva del sábado que obliga a dimitir a los diputados autonómicos que acepten en enero ir en las listas municipales. ¿Usted también la da por aprobada?

R. En la ejecutiva no hubo votación sobre este asunto, y hubo además intervenciones numerosas y cualificadas que lo ponían en cuestión. En todo caso, el principio un hombre, un cargo no está cuestionado por nadie.

P. Vázquez dice que fue aprobada por aclamación.

R. No me consta ninguna aclamación sobre este asunto.

P. Es una situación insólita, que el secretario general dé por aprobada una resolución y parte de la ejecutiva lo niegue.

R. Ya. (Silencio).

P. ¿Cuál es el relato de lo que sucedió en la ejecutiva?

R. No debo ir más allá de lo ya contestado, porque no deja de ser un tema interno. Lo que digo es que es importantísimo, para no generar sensaciones extrañas, que haya una aplicación similar a senadores o diputados en el Congreso. No hay ninguna razón que justifique un tratamiento diferenciado, y hay que hacerlo de forma que se cumplan las incompatibilidades, pero no de forma preventiva. Las dimisiones en el Parlamento gallego no deben producirse hasta que no se produzcan las municipales. Y lo que hagan los diputados debe ser una cuestión de cada uno de ellos, no del grupo. El principio de un hombre, un cargo es válido y correcto, pero es para eso, para los cargos, y no para una candidatura. Y en el Parlamento ahora no hay ninguna acumulación de cargos, cero, cosa que no ocurre en otros ámbitos políticos del partido, y yo detecto en todo caso que es fuera del Parlamento, e incluso en cargos orgánicos del partido, donde deba dirigirse esa lucha.

P. Lo sucedido el sábado parece acercarle a la candidatura del PSdeG en Santiago.

R. Mi posición no tiene nada que ver con lo que vaya a hacer en el futuro. Soy un militante disciplinado, esto no tiene nada que ver con una cuestión personal. El PSdeG tiene en Santiago mimbres para hacer una muy buena lista, y a partir de ahí, yo tengo una vinculación además de política, sentimental con el Ayuntamiento. Pero no tiene sentido pronunciarse sobre hipótesis.

P. ¿En qué momento debe elegir el partido su candidato para las autonómicas?

R. Cuando más le convenga.

P. ¿Después de las municipales, como propuso Vázquez?

R. Pues no lo sé, sin duda tener un candidato con tiempo suficiente es bueno, porque generas una imagen delante del electorado, y eso es muy positivo. Aunque no lo sé muy bien, creo que el proceso lo tiene que abrir el comité federal. Y con estos dos elementos hay que elegir el momento más oportuno.