El Cabildo usa la asamblea para atacar al Banco de España

La última asamblea general de Cajasur comenzó con caras largas entre los asistentes y algo de desidia en el ambiente. Todos sabían que lo de ayer era solo el trámite formal que quedaba para entregar la caja a sus nuevos dueños. "El clima tuvo algo de tensión, pero respetuoso en todo momento", señalaron varios de los miembros del consejo que acudieron a una asamblea que se celebró a puerta cerrada. Faltaron dos de los pesos pesados: Santiago Gómez Sierra, el presidente de la entidad que fue expulsado por el Banco de España en la intervención; y José Rafael Rich, ex director general de la Obra Social y Cultural.

Tras una primera intervención de José Antonio Iturriaga, uno de los tres administradores designados por el supervisor, recogió el guante el canónigo Fernando Cruz Conde. El vicepresidente segundo de la entidad hasta la intervención criticó la convocatoria de la asamblea y recordó el recurso judicial que ha presentado el Cabildo de Córdoba contra el Banco de España, al que reclama 20 millones de euros. Los consejeros del Cabildo entregaron un escrito en el que se oponían a la cesión de los activos y pasivos a BBK y la forma en que se había planteado la asamblea.

El empleo como excusa

Por otro lado, el canónigo Alfredo Montes afirmó que el fracaso de la unión con Unicaja -que precipitó la intervención de Cajasur el 22 de mayo- se debió a su intención de preservar el mayor empleo posible. En respuesta, Salvador Blanco, ex vicepresidente segundo y representante de la Diputación (la otra entidad fundadora de Cajasur), señaló que las dudas de la Iglesia no estaban fundadas, pues el preacuerdo laboral alcanzado con Unicaja podía haberse cerrado una semana después de firmarse la fusión.

Entre los sindicatos, el más duro fue CC OO, que siempre luchó por la fusión con Unicaja. Su representante afirmó que con la intervención "pagan justos por pecadores". Aspromonte, el sindicato mayoritario y afín a las tesis del Cabildo, se mostró cercano a los nuevos dueños y ratificó su "apoyo incondicional" al proyecto que lidera BBK.

En la votación de las cuentas anuales de Cajasur y su Obra Social, los tres administradores votaron a favor de las cuentas, pero en contra del informe de gestión. De igual forma hicieron con los números y gestión de la Obra Social.