El desmarque del PNV endurece la puesta en marcha de la comisión parlamentaria

La constitución hoy de la comisión de investigación parlamentaria sobre los casos De Miguel y Telleria va a estar revestida, según todos los indicios, de un tono bronco tras la negativa del PNV a respaldar su formación. Posiblemente ocurra otro tanto con todo su trabajo, que se va a desarrollar en período netamente preelectoral. El PNV no ha querido avalarla con su voto, tras negarse los otros partidos a supeditar la investigación sobre las responsabilidades políticas al resultado de la instrucción judicial como pretendían los peneuvistas.

Tres consejeros del anterior tripartito -Miren Azkarate, de Cultura; Javier Balza, de Inteiuror, y Ana Agirre, de Industria, todos nombrados por el PNV- tienen prácticamente asegurada la citación a la Cámara para ofrecer su testimonio sobre las supuestas irregularidades en sus departamentos en relación con el caso instruido por un juzgado de Vitoria. Así lo deja ver el anuncio del PP, a través de su parlamentario Carmelo Barrio, sobre la petición de comparecencias "al más alto nivel". Azkarate debería arrojar luz sobre contratos presuntamente irregulares a empresas vinculadas a los imputados; Balza sería citado por la supuesta implicación de ertzainas que recabaron información sobre personalidades de la oposición para pasársela al ex dirigente peneuvista Aitor Telleria y Agirre, por los terrenos del Parque Tecnológico de Miñano y otros. La comisión va a tener "mucho trabajo", apuntó Barrio.

Gerenabarrena asegura que está "absolutamente tranquilo"

Se trata de la segunda comisión de investigación que abre la Cámara en un año, tras la del caso Margüello, ante la que ya tuvo que declarar el ex consejero de Sanidad Gabriel Ínclán. A diferencia de esta última, y de la que se formó el viernes pasado en las Juntas Generales alavesas, no contará con el respaldo del PNV. Óscar Rodríguez, que representará al PSE en la comisión, emplazó ayer al partido que preside Iñigo Urkullu por esta distinta posición.

Rodríguez es el secretario general del grupo parlamentario socialista, lo que supone elevar el perfil de la voz de su partido en la comisión. Ayer reclamó al PNV que aclare por qué en este caso no ha respaldado la constitución del grupo de trabajo que debe contribuir a esclarecer las posibles responsabilidades políticas, tras haber dicho en primera instancia que sí lo haría. El representante socialista recordó que los imputados no han renunciado a su carné del PNV, pese a que el propio Urkullu se lo ha reclamado varias veces.

Esa exigencia del presidente peneuvista Urkullu nunca ha sido respaldada por el responsable alavés de su formación, Iñaki Gerenabarrena, a la vez vicepresidente de Caja Vital y muy tocado, interna y externamente, por los escándalos. Gerenabarrena se declaró ayer "absolutamente tranquilo" y sostuvo que su partido es "el principal interesado" en el esclarecimiento de los hechos, con los que "no tiene nada que ver", insistió.

En una entrevista en Radio Euskadi se quejó también del excesivo peso que se ha dado, a su juicio, al hecho de que los imputados se aferren a su condición de afiliados al PNV, algo que sugirió que viene aconsejado por sus defensas. Y volvió a aducir "indefensión" tanto de ellos, como de "aquellos a quienes se nos quiere echar encima el muerto". EB confió en que el trabajo acabe "cuanto antes" para que no se convierta en "un arma electoral".