La plantilla de Navantia prevé una grave caída de la actividad

Los astilleros gallegos de Navantia tendrán serias dificultades a partir del año próximo, si antes no cierran nuevos contratos para la construcción de buques militares. Las factorías de Ferrol y Fene están agotando su cartera de pedidos y la crisis ha congelado las inversiones en defensa de muchos clientes potenciales, que planeaban comprar fragatas y patrulleros a Navantia.

Los sindicatos calculan que la actividad en los dos centros de la ría ferrolana se reducirán un 10% en 2011, y bajará drásticamente hasta el 50% a partir del 2012. "La situación no es crítica, pero es muy, muy preocupante". Con este severo diagnóstico, el presidente del Comité Intercentros de Navantia, Fernando Sinde (CC OO), advertía ayer que "el primer golpe será para la industria auxiliar".

Según el comité, el astillero emplea directamente a 2.500 personas y a otros 4.000 operarios más de subcontratas, aunque el impacto laboral en la comarca se eleva a unos 17.000 empleos en el sector servicios. Sinde calcula que el próximo año, entre 400 y 700 empleados de auxiliares se irán al paro. En 2012, con los diques a medio gas, serán muchos centenares más. "Se perderán 1.500 empleos", asegura.

Actualmente, los astilleros fabrican dos megabuques para Australia que completarán en 2013. Los sindicatos exigen que se invierta en prototipos para competir en el negocio eólico marino, que se potencie y se modernice el área de reparaciones y se retome la fabricación offshore.