Prisión por los daños de un siniestro pirotécnico

Seis meses de prisión y el pago de las costas procesales y de las indemnizaciones es la pena que solicita la fiscalía a Bernardino Peris, empleado de la pirotecnia Quiles, SL, y Antonio Badía Meneses, presidente de la comisión fallera Azcárraga-Fernando el Católico por los daños y las lesiones causadas por la explosión de una furgoneta cargada con 38 kilos de material pirotécnico.

A las 11.25 del 16 de marzo de 2007, Peris, encargado del transporte e instalación pirotécnica, llegó a la calle de Azcárraga de Valencia con buena parte del material "sin atar". Aparcó en la propia calle de Azcárraga, que tiene 16 metros de ancho. No lo hizo en la zona acotada para fuegos, que era en la Gran Vía de Fernando El Católico. Dejó la llave puesta en el contacto y empezó a instalar 250 metros de traca a lo largo de la calle, "a pesar de que había bastantes niños tirando petardos en la propia calle". Había otros coches aparcados. Había mesas delante del casal. Esa situación que relata la fiscal en el escrito de acusación era, como ella misma dice, visible para el presidente de la comisión, que no hizo indicación para que la furgoneta se moviera. No había vigilancia.

A las 13.30 se terminó el montaje. Peris entró de nuevo en su furgoneta. De pronto, "bien por la entrada de alguna chispa, por la no correcta colocación del material o porque la llave estaba en el contacto, empezó a salir humo". Lo siguiente fue una explosión de todo el material. Hubo lesionados y destrozos considerables en la calle de Azcárraga y colindantes. La fiscal cree que son responsables de cinco delitos de lesiones por imprudencia grave y un delito de daños por imprudencia grave. Pide por ello seis meses de prisión, el pago de las costas y la indemnización a los afectados. Solo de comunidades de propietarios, son casi dos millones de euros. Casi todas las compensaciones están pagadas. Faltan aquellas en las que aún no hay, en el caso de los heridos, informe forense definitivo.