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Hacienda investiga la financiación de Baltar al Club Deportivo Ourense

La Agencia Tributaria estudia el origen de más de 800.000 euros

La Agencia Tributaria investiga el origen de más de 800.000 euros aportados al Club Deportivo Ourense (CDO) por el ex delegado provincial de Medioambiente de la Xunta, y uno de los hombres de confianza de José Luis Baltar, Agustín Prado Verdeal. De momento, el ex delegado provincial, maestro de profesión y principal acreedor particular del Ourense, ha declarado ante representantes de la Agencia Tributaria que le conminan a que explique la procedencia de los 800.000 euros que prestó al club cuando Baltar era dueño del mismo y la contabilidad evidenciaba el descalabro.

Fuentes de la Agencia Tributaria no descartan, a raíz de la comparecencia de Prado Verdeal, que el propio presidente de la Diputación sea citado también a declarar. Baltar, que asumió las riendas del club en 1998, tras comprar el paquete de acciones al grupo Zeta y convertirse en propietario de la entidad deportiva, colocó de presidente del club a otro militante del PP -actualmente concejal en Ourense-, José Luis Sousa. Mientras Baltar -entonces presidente provincial del PP, además de la Diputación- era dueño del club a título personal, le concedía millonarias subvenciones desde la institución provincial. Pero el negocio que había hecho comprando las acciones del club no fue bueno y ello se evidenció en lo deportivo. En la primera temporada en la que fue dueño del club, el equipo terminó colista y descendió a Segunda División B. Era el principio del fiasco.

El presidente de la Diputación otrogó subvenciones al club cuando era su dueño
El organismo provincial concedió casi 2,5 millones en ayudas a la entidad

Baltar no sólo compró las acciones del club, por algo más de 120 millones de pesetas de 1998. Cuando la sociedad deportiva empezó a hacer aguas en la contabilidad -no había dinero para pagar a los jugadores- aparecieron personas de su entorno más próximo, como Prado Verdeal y otros militantes del PP, que aportaron la cantidad necesaria para un saneado de emergencia. La lista de acreedores, por un total de 5,6 millones de euros, es de un centenar de personas o entidades. Entre ellos, la Agencia Tributaria, a la que debe un millón de euros y Caixanova, con la que mantiene una deuda de 2,3 millones. El patrimonio del club no supera los 28.000 euros.

Con la entidad deportiva en quiebra técnica, el presidente provincial comenzó a deshacerse de las acciones -que vendió también a personas de su entorno, fundamentalmente político- mientras su amigo Prado Verdeal continuaba como principal acreedor de entre los particulares que hicieron préstamos al club.

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El Club Deportivo Ourense se alimentó de las subvenciones de la Diputación mientras ello fue posible. En 2001, las arcas públicas de la institución presidida por Baltar desembolsaron 65 millones de pesetas para el club del presidente. En 2002, la Diputación aportó 570.900 euros y en 2003, 511.803 euros más. En 2004, el CDO recibió subvenciones de la institución provincial por 510.000. En 2005 y 2006, las subvenciones de la Diputación al club no superaron ya los 210.000 euros y en 2007 y 2008 fueron ya sólo por importe de 180.000 euros cada año.

En enero de 2007, Baltar anunció que el 80% de las subvenciones -principal y casi exclusiva fuente de ingresos de la entidad deportiva- quedaban embargadas hasta 2010. El presidente admitió entonces que la Diputación tenía notificaciones para lo que restaba de década. En ese mismo 2007, Prado volvió a convertirse en accionista ya que, al declarar el club la suspensión de pagos, transformó las deudas en acciones. Fue un trámite, porque no se produjo la necesaria ampliación de capital. Ahí se cortó el grifo de las subvenciones millonarias que el presidente Baltar concedía desde la institución pública que presidía al empresario Baltar.

Una auditoría realizada posteriormente al club, por orden judicial, evidenció la vinculación entre la mala gestión financiera de los representantes del PP con la quiebra técnica del CDO. Entre la lista de allegados a Baltar que figuran como acreedores del club están también el que fue presidente de la entidad, Joaquín Muñoz, ex diputado autonómico del PP. Muñoz facturó a su empresa, desde su cargo de presidente del Ourense, según el informe de la administración concursal. Otro de los acreedores con cargo en el PP es el también ex presidente José Luis Sousa. Y también la empresa Viajes Compostela, que preside el hermano del entonces vicepresidente de la Diputación y actual delegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Martínez.

Los peritos que hicieron la auditoría al club no tuvieron dudas en manifestar que el CDO estuvo funcionando a costa del erario público, a través de las subvenciones de la Diputación y del Ayuntamiento durante los años de mandato del PP.

Una plaza en juego en la Diputación

Mientras Agustín Prado Verdeal comenzaba a responder ante la Agencia Tributaria por el origen de los 800.000 euros que prestó al Club Deportivo Ourense, su hija se presentaba a unas oposiciones para acceder a un puesto de trabajo en la Diputación. Con el personal desbordando las oficinas de la institución, en esta ocasión la hija de Prado Verdeal aspiraba a una de las tres plazas de auxiliar administrativo ofertadas para las que debía competir contra más de un centenar de personas.

No aprobó. Ha obtenido una calificación de 0,00 en el primer examen. Su hermano entró hace unos años en la Diputación sin dificultad, pero en esta ocasión, ella lo ha tenido más difícil. Sí ha superado, sin embargo, esta primera criba el hijo de otro concejal del PP, Odilo Masid, igualmente próximo al presidente provincial.

En cualquier caso María del Carmen Prado -que ya ha tenido empleos como eventual en la Diputación- se ha presentado a otra plaza de la última oferta de empleo cuya nota aún no se ha hecho pública. En esta ocasión, la oferta es pequeña: los tres puestos de auxiliar administrativo, uno de operario sin cualificación, nueve de peones, uno de mecánico, cuatro de peones agrícolas, uno de portero para el edificio Simeón -que ya tiene 30 para atender tres puertas- y otro de recepcionista para el mismo centro.

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