Un Atlético seco
Los rojiblancos habían marcado en el Bernabéu en los últimos cinco años
"Vamos a ir al Bernabéu alegres y con un optimismo desmesurado". Lo dijo Quique Sánchez Flores la víspera del partido. Quería frenar el pesimismo que rodea siempre a los rojiblancos. Más en una temporada de altibajos y con un Forlán al que le cuesta reencontrarse con su instinto goleador. Más si enfrente tienes al Madrid más goleador de la última década, un Madrid que parece no cansarse de correr y presionar.
Una de dos, o Quique intentaban animarse a sí mismo, o los suyos no le hicieron caso. Más que de optimistas se les quedó cara de pardillos cuando vieron llegar como una flecha a Ricardo Carvalho, central de 32 años, el viejo del equipo madridista. El portugués se recorrió medio terreno de juego sin apenas encontrar resistencia. Pelota al pie, disparo desde fuera y gol. Era el minuto 13. Cinco después, Özil, con una falta desde la derecha, superó de nuevo a De Gea. 2-0.
Cuando quiso darse cuenta, el Atlético ya tenía el camino cuesta arriba. Al Madrid, mientras, le dio tiempo para que le anularan un gol por fuera de juego y a Pepe e Higuaín tirar tres veces a puerta; una el portugués y dos el argentino.
En lo que va de Liga, el Atlético nunca se había encontrado con un comienzo tan cuesta arriba. Hasta el partido de anoche los rojiblancos había encajado diez goles; de todos ellos solo dos en los primeros 20 minutos (el azulgrana Messi en el minuto 13 en la jornada tres y Cani, del Villarreal, en el minuto 9 en la novena). Quique había hecho mucho hincapié en las jugadas de estrategia del Madrid y en cómo frenar la salida del balón. Preparó una larga sesión de vídeo para sus jugadores a la vuelta del partido de Liga Europa contra el Rosenborg.
Los suyos, sin embargo, pecaron de ingenuidad -o lentitud- en el tanto de Carvalho y en la falta que permitió a Özil marcar el segundo. El técnico rojiblanco tuvo que reinventarse la defensa debido a las bajas de Godín y Perea, dos piezas básicas para su once. Desplazó a Ujfalusi al centro de la zaga junto a Domínguez y recurrió a Valera para el lateral derecho. Demasiado poco empuje para intentar ganar en el Bernabéu, más si en la otra banda, Filipe Luis, también optaba por no subir. Quizás por eso a Quique el optimismo le duró menos de lo que se esperaba. Nada más empezar la segunda parte Higuaín disparó desde fuera del área. El técnico, asomado a la zona técnica se volvió al banquillo negando con la cabeza. No volvió a salir, salvo para hacer los cambios.
Ninguno de sus jugadores dio la sensación de creer en la victoria. Solo Forlán hizo amago. Ni Reyes, ni Simão ni el Kun apoyaron al uruguayo, que remató al poste tras un córner. El Atlético lleva 11 años sin ganar un derbi, pero en los últimos cinco, al menos, había marcado en el Bernabéu. La última vez que se quedó a cero fue en el curso 2004-2005.
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