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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Adrián Gómez, un subalterno de lujo

El banderillero iba en la cuadrilla de El Fundi

No se esperaba el fatal desenlace, tampoco que una voltereta en una novillada sin responsabilidad en Torrejón de Ardoz fuese a dejar al torero en una silla de ruedas. Fue el 23 de junio de 2008, día en que el banderillero Adrián Gómez actuaba a las órdenes del novillero Miguel Luque, cuando el quinto novillo de Antonio San Román le dio una voltereta. Ese percance le causó una tetraplejia severa. Tras una dura rehabilitación en el hospital de Parapléjicos de Toledo, el hombre de plata comenzaba a recuperar cierta sensibilidad en un brazo y el cuello. Triste mejoría para un cuerpo maltrecho y una moral con demasiados altibajos. Una neumonía acabó con su vida la madrugada del lunes, 1 de noviembre, en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. El 24 de noviembre habría cumplido 44 años.

Adrián Gómez, nacido en 1996 en el barrio madrileño de Carabanchel, fue alumno de las primeras hornadas de la Escuela Taurina de Madrid. No tuvo suerte con estoque y muleta y decidió tomar los palos, como tantos otros que prueban suerte con el traje de luces y cambian las salidas a hombros por la brega y las banderillas. Encontró un hueco y un medio de vida en la cuadrilla de su compañero de juventud José Pedro Prados El Fundi, labor que compaginó con las tardes ayudando a chavales en novilladas, como la del accidente que le dejó inútil para el toreo.

Fue precisamente su matador José Pedro Prados El Fundi y José Miguel Arroyo Joselito, amigo desde la infancia, quienes se vistieron de corto y convencieron a figuras como el rejoneador Diego Ventura y los matadores Enrique Ponce, Julián López El Juli y Morante de la Puebla para torear en el Palacio de Vistalegre el pasado 1 de marzo de 2009. El festejo, aun televisado, puso el cartel de "no hay billetes".

Durante sus días de lucha en rehabilitación recibió innumerables visitas y muestras de cariño por parte de ganaderos, subalternos, mozos de espadas y matadores. José Tomás, que no tiene por costumbre actuar en festivales, quiso ir a verle y hacerle entrega, en la intimidad, de sus emolumentos de una corrida de toros. Un detalle de figura antigua para que le ayudase a sacar adelante la vida de su mujer e hijo.

Sus restos mortales serán incinerados hoy a las once de la mañana en el cementerio de La Almudena en Madrid.

Adrián Gómez.
Adrián Gómez.J. M. SÁNCHEZ VIGIL

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