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Crítica:ROCK
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cabeza y corazón

Nada pasa por casualidad, y en Barcelona menos. Si por algo se distinguen los grupos de esta ciudad es por su capacidad para filtrar por medio de la razón hasta sus sentimientos, que raras veces brotan solo expulsados por el ímpetu de la necesidad. Incluso artistas de aspecto salvaje, improvisado o simplemente travieso, tienen algún vínculo con la razón, con aquello sopesado, filtrado. La Ilustración hizo su trabajo en Cataluña, se podría colegir. En este panorama, Standstill es una de las referencias más paradigmáticas de una forma de hacer que sin menoscabo de la pasión, estructura sus logros atendiendo al cumplimiento de un plan maestro que visto desde fuera se antoja detalladísimo. Este enfoque por parte del espectador ayuda a entender el espectáculo que presentado el miércoles en el Auditori ofrece hoy su última sesión.

En puridad, el estreno de Rooom en el Auditori no fue tal, ya que otro Auditori, el del Fórum durante el último Primavera Sound, permitió seguir esta obra, marcada en lo estético por tres pantallas que aposentadas en el escenario acogen al grupo en el espacio por ellas delimitado. A partir de aquí se desarrolla un espléndido discurso visual que en múltiples ocasiones se entrelaza con el contenido de las composiciones de Adelante Bonaparte, tal como las describió un espectador, "una mirada épica a la intimidad". La vinculación entre espacio formal, una habitación, y el discurso textual, las reflexiones íntimas y cotidianas, ya sugieren puentes que tienden significados.

En este contexto y con los músicos deambulando por el escenario como operarios que realizan su trabajo desapasionadamente, la potencia de Standstill se agiganta. Por si ello no fuese así, un volumen casi atronador impregnó el concierto con una emoción e intensidad en la que el grupo nada con comodidad. La tensión de sus temas, arreglados de formas muy diversas mediante una instrumentación que puede prescindir de guitarra y bajo, pero que también puede acudir a la doble batería, permitió coser un excelente espectáculo musical. Uno más fruto de esa cosecha de treintañeros que hoy dominan con su creatividad el panorama musical catalán.

El espectáculo <i>Rooom,</i> de Standstill, envuelve el escenario con sus pantallas.
El espectáculo Rooom, de Standstill, envuelve el escenario con sus pantallas.

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