"Soy un director traviesillo"
Pregunta. Arranca la temporada, y recuerdo su frase: "Yo necesito más madera". ¿La ONE es el camarote de los hermanos Marx?
Respuesta. No. Por suerte la ONE es un espacio amplio donde cabemos todos, y todos los estilos. Y disfrutamos de un auditorio magnífico, que es nuestra casa, nuestra sala de ensayos. Y eso para una orquesta es fundamental.
P. "Me gustaría ir más rápido". "Necesito más celeridad". ¿Ha probado a tomarse una tila?
R. Esas frases las pronuncié en una situación determinada de desespero, hace años, que consideraba que el ritmo que necesitábamos era mayor. Y yo tomo alguna infusión, pero también tomo café.
P. Así sale como una moto.
R. Claro. Será eso.
P. Porque es muy saltarín dirigiendo. ¿Se entrena en el gimnasio?
R. Nooo. Y tampoco me doy cuenta de que sea tan saltarín, ¿eh? Es más, lo nuestro, según los cardiólogos, no nos equivale al gimnasio, porque siempre cultivas la parte superior del cuerpo. Y tienes que andar una hora.
P. Es muy variopinto. Igual programa Mahler que La guerra de las galaxias. ¿No es llevar muy lejos la fusión?
R. No, porque hay un común denominador del que no me muevo ni un milímetro: que sea buena música. No soy el primero que lo hace. Ravel decía: prefiero mil veces un buen bolero que una mala sinfonía.
P. En Cataluña prohíben los toros y hosanan los correbous. ¿Hay toros con pasaporte de catalanidad y otros más huérfanos?
R. Este es un terreno fangoso. Pienso que prohibir no es bueno. Porque, ya lo ha dicho, ¿y los correbous? Esto lleva demasiado tinte político.
P. ¿Qué queda del niño de la Escolanía de Montserrat?
R. Montserrat para mí ha sido algo muy grande. Había un centenar de monjes conviviendo por una cuestión espiritual. Y había un compromiso intelectual también en la lucha antifranquista. Yo viví de monaguillo el encierro de intelectuales por el juicio de Burgos.
P. Siendo monaguillo, ¿la campanilla fue el primer instrumento que tocó en su vida?
R. Para entrar a Montserrat había que saber música. Y yo cuando llegué ya tocaba el piano y el violín.
P. Tan crío, y con 100 monjes, ¿no le entró un apretón vocacional?
R. No. Pero Montserrat me produjo una fascinación muy grande. Oír cantar a 100 monjes a las siete menos cuarto de la mañana kiriiiiiiieeee [canta].
P. Ha dicho que, al salir de allí, perdió la fe. Le duró poquito el efluvio benéfico.
R. Yo no soy confesional, pero los valores espirituales ahí están. En Montserrat vivíamos una experiencia incluso democrática: entre los 10 monaguillos que entraban al año se escogía uno, el obispillo, en la fiesta de San Nicolás. Y para ser elegido los candidatos hacían campaña... En plena dictadura. Y hacíamos extorsión. Con caramelos comprábamos votos.
P. Traducido a la actualidad, no le habrán regalado algún traje, como a Camps.
R. No. Pero no me importaría, ¿eh? [ríe] No le haría ascos a un buen traje.
P. En la mili tocaba el trombón en la banda del Ejército. ¿Banderita tú eres roja?
R. Toda la mili a contratiempo, que es como toca el trombón. Tocábamos pasodobles para desfilar. Uno que se llamaba El turuta.
P. No le gustan los nacionalismos ni tiene un alto concepto de los políticos.
R. Pero estoy en medios públicos. A ver si me van a echar. La política es vocación de servicio y compromiso, y se ha vuelto excesivamente profesional. Juega con verdades a medias. Y esto me molesta mucho.
P. ¿En todo quiere llevar la batuta?
R. No. En casa me paran los pies. Pero, cuidado: una orquesta no es una democracia. Hay órganos colegiados. Pero yo soy el que digo si quiero más fuerte o más piano. Yo. Estaría más cerca de una dictadura.
P. ¿Es un director travieso?
R. Sí, soy un director traviesillo. En líneas de interpretación. Pequeñas revoluciones. Quizá más que travieso, un poco transgresor.
P. ¿Qué le tocaría a Montilla?
R. Lo primero que me ha venido, y no sé por qué, tendría que ir a un psicólogo, ha sido un pasodoble.
P. ¿Musicalmente qué le sugiere Zapatero?
R. Igual le escogería algo coral, por Sonsoles.
P. ¿Triste y sola se queda Fonseca, por ejemplo?
R. Algo de polifonía española, música seria. Tomás Luis de Vitoria. Pienso que le ha tocado una época fatal, pero de Zapatero nos quedarán cosas estupendas.
P. Juéguese la entrada en Cataluña: ¿champán o cava?
R. . A mí me gusta más el champán, porque me gusta el millésimé, el grano muy, muy pequeño. Pero hay algunos cavas enormes.
P. Se la ha cargado.
R. No, hombre, no. Cataluña es un país civilizado. Hay mucha gente con seny. Pero yo compro cava también, ¿eh? Yo compro de todo.
Perfil
Con 53 años y un hijo, le gusta la cartografía, la historia, la lectura y la tertulia con los amigos, y cuenta que no necesita mucho para pasárselo bien. No da la lata en casa -"aparco la batuta"-, porque una vez, siendo su hijo pequeño, le soltó: "Cuando no estás, estamos mejor". Se dice muy dialogante, porque lleva 30 años con su mujer y nunca han discutido, y, además, no grita a los músicos. Es "bastante más" de los Beatles que de los Rolling.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.