El fiscal pide 90 años por el asesinato del atracador apedreado

La Fiscalía de Málaga reclama 90 años de prisión para los cinco acusados de asesinar a patadas y pedradas a un hombre que intentó atracar un salón de juegos en la capital malagueña el 27 de mayo de 2009. El fiscal otorga el mismo nivel de participación a todos los procesados y solicita que cada uno cumpla 18 años por un delito consumado de asesinato. También exige que indemnicen a sus herederos con 300.000 euros.

La víctima, un malagueño de 37 años llamado Miguel Berlanga, sólo pudo alejarse unos 800 metros del negocio que intentó atracar. El aviso del encargado del salón de juegos le echó encima a un grupo de personas que le persiguió hasta hacerle caer.

Amil M., uno de los acusados, consiguió que perdiera la consciencia de una pedrada en la cabeza, relata el fiscal. Entonces, la víctima recibió una lluvia de patadas y puñetazos por todo el cuerpo.

Se aprovecharon de que estaba inconsciente, y que además eran cinco contra uno, para acercarse y propinarle "puñetazos, patadas y piedras en la cabeza, cara y cuello", considera el fiscal. Uno de ellos llegó a golpearle dos veces con una "piedra de grandes dimensiones" en la espalda.

Golpes de todos

La pedrada que le dio en la cabeza fue el golpe más grave porque, de no haber muerto, le habría provocado un "importante edema cerebral y consiguiente muerte". Sin embargo, lo que le acabó con su vida fueron los porrazos que todos los acusados le propinaron en la zona cervical. "Afectaron a la laringe (...) obstruyendo la vía aérea y provocándole la muerte por asfixia", detalla el escrito.

El Ministerio Público enumera la larga lista de heridas contusas que sufrió la víctima. Recibió golpes en la frente, ojos, labios, cuello, nariz, mentón y espalda.

La muerte de Miguel Berlanga conmocionó a los vecinos de El Burgo (2.040 habitantes), donde nació. El atraco frustrado tras el que perdió la vida fue un cúmulo de despropósitos. "No es que algo saliera mal, es que todo se torció", explicó poco después del suceso un inspector del Cuerpo Nacional de Policía. El fallecido no tenía antecedentes policiales, por lo que éste podría ser su primer atraco.