Espadachines, policías y náufragos

Comedia, drama, suspense, ciencia ficción, aventuras, historia. Todos los géneros caben en la ficción española. La fábrica de series se encuentra funcionando a pleno rendimiento para surtir de nuevos productos a las parrillas. Las producciones nacionales se han colocado en la cima del éxito y las televisiones recurren cada vez más a estos contenidos para impulsar sus audiencias. Son productos que generan hábitos de consumo y contribuyen poderosamente a fidelizar al público.

A la temporada que ahora comienza regresan algunos títulos ya veteranos, como Amar en tiempos revueltos, Águila Roja (TVE-1) o Física o química (Antena 3), pero también habrá espacio para los estrenos. O sea, para el riesgo. Las grandes cadenas tienen en marcha una docena de series de nuevo cuño. Aunque algunas, como Soldados (protagonizada por Belén Rueda) no han encontrado todavía ninguna cadena dispuesta a financiarla. Diseñada por Globomedia, Soldados aborda la vida cotidiana de un grupo de militares españoles destinados en Afganistán y, según sus responsables, "no admite trabajar con un presupuesto corto".

Entretanto, Telecinco se decanta por las series de aventuras con dos productos que prometen acción a raudales: Piratas y Tierra de lobos. Ambientado en el siglo XVIII, el primero cuenta las andanzas de Álvaro Mondego, presentado por la cadena como "un noble venido a menos, canalla, descarado, embaucador y con una pasión desmedida por las mujeres" que, obligado por las circunstancias, se convierte en pirata. Rodada en las encrespadas costas gallegas, la acción está salpicada de espadachines, abordajes en alta mar o sombrías mazmorras. Al frente del reparto figuran Óscar Jaenada y Pilar Rubio.

Dentro del género policiaco Cuatro estrenará Punta Escarlata, ficción envuelta en suspense y grabada en alta definición. Cuenta las investigaciones de dos policías (a los que dan vida Carles Francino y Antonio Hortelano) encargados de esclarecer un crimen en un pequeño pueblo de la costa ocho años después de haberse cometido. Sus pesquisas se verán alteradas por una oleada de inquietantes asesinatos. Aventuras con un toque de western se dan cita en Tierra de lobos, concebida como una superproducción de época (la acción de sitúa en el siglo XIX), que narra la historia de los hermanos Bravo, dos forajidos que intentan rehacer su vida en su tierra natal. Intriga, romance y misterio conviven en un drama rural interpretado en sus principales papeles por Álex García, Junio Valverde, Juan Fernández y María Castro. Y de la cadena de Mediaset es también El profesor. Estará protagonizada por Antonio Resines, que después de Los Serrano, cambia de registro para interpretar a un maestro que acaba de sufrir un brusco giro en su vida.

También en el siglo XIX se sitúa la acción de Bandolera, una de las grandes apuestas de Antena 3. Se trata de un serial de emisión diaria que pivota sobre Sara Reeves, una aristocrática escritora británica que se instala en una Andalucía agitada por las revueltas de los jornaleros contra el poder de los caciques. En los tiempos previos al golpe de Estado contra la República se desarrolla El tiempo entre costuras, con la que la cadena lleva a la pantalla la primera novela de María Dueñas. La privada se traslada al siglo II para recrear en Hispania cómo el esplendor del Imperio Romano se ve azotado por un grupo de rebeldes hispanos liderados por Viriato. En la serie participan Ana de Armas, Roberto Enríquez, Lluís Homar y Juan José Ballesta.

Antena 3 ha puesto también en marcha El barco, un híbrido entre la comedia y el suspense que se desarrolla en los 60 metros de eslora de un buque escuela que naufraga durante una tormenta. Esta circunstancia obliga a rodar una buena parte de la acción en alta mar.

El humor es la baza que juega TVE con la versión a la española de Las chicas de oro, una de las telecomedias más populares de los años ochenta. Bajo la batuta de José Luis Moreno, el histriónico cuarteto está compuesto por Concha Velasco, Lola Herrera, Carmen Maura y Alicia Hermida. Mañana será el momento de hacer las siempre odiosas comparaciones con el original.