FIOU... ¡Yeeeepah!
El Festival Internacional de Orquestras de Galicia en Cea es una de las primeras citas del género en toda Europa
En la plaza suena En forma, el clásico del swing popularizado por Glenn Miller, y las primeras parejas se animan a bailar, mientras los nietos corretean y los hijos mueven los pies sin perder la posición. O sea que esto es una fiesta popular, pero no en honor de ningún santo patrón. El pueblo es la localidad orensana de Cea, hasta ahora conocida fundamentalmente por su pan artesano, la banda es Sintonía de Vigo y esto es el FIOU, el Festival Internacional de Orquestras de Galicia, bajo la advocación del Xacobeo 2010. Probablemente la primera convocatoria en Europa de este género musical, o más bien de este género de formaciones musicales que son las orquestas, un auténtico fenómeno en Galicia. De hecho nació porque alguien, el antropólogo Marcos Lorenzo, director del FIOU, reparó en la incongruencia de que algo que mueve miles de personas en el verano no tuviese una cita.
Algo que mueve miles de personas no contaba con una convocatoria propia
Desde Valencia, fletaron buses para ver a los Billo's Caracas Boys
"La idea surgió hace un año, hablando con una amiga sobre las orquestas, y casi por carambola llegó a conocimiento de los responsables del Xacobeo, que acogieron el proyecto con entusiasmo", dice Lorenzo. Con el suficiente entusiasmo como para poder organizar algo con el espíritu pionero de Woodstock, pero con el despliegue operativo de Benicàssim y el objetivo de que se convierta en Festival de Ortigueira, pero no del folk, sino de la música de baile. "Queríamos que fuese en el interior, porque la franja costera tiene gran oferta festiva, y escogimos Cea porque está muy bien comunicada", señala el director del FIOU.
Con la ayuda de la Diputación, el Ayuntamiento y millón de euros de presupuesto, el FIOU ha traído a los Stones de las melodías bailables: los venezolanos Los Melódicos (un centenar de discos en 50 años), Billo's Caracas Boys (referencia en salsa) y el Combo Dominicano. También a formaciones menos ortodoxas, como los francomagrebíes de la Orchestre National de Barbès, la Hypnotc Brass Ensemble de Chicago o la Roy Paci, de Sicilia. Todo aderezado con dj's, coloquios y una exposición, comisariada por Xurxo Souto, que recoge 80 años de historia desde que la luz eléctrica permitió a los grupos de gaiteiros reforzarse con metales y asaltar la noche. "El palco es el mundo", invoca el músico y escritor la presencia de las orquestas gallegas en los cincuenta en Venezuela (Los Satélites), Japón (Los Españoles) o Finlandia (Orquesta Florida).
A Cea, una localidad de 3.000 habitantes, han llegado autobuses desde Valencia, fletados por venezolanos y cubanos, para ver a los Billo's. Pero sobre todo el público viene atraído por las grandes orquestas gallegas. "Me gustan todas las que tienen metales, pero sobre todo la Sintonía. El otro día la vi en Formelos", se apresura a llegar a la plaza Teodoro Bastos, un contratista jubilado que ha venido desde Redondela con mujer, su cuñado y la esposa de éste. "A nosotros, este formato nos encanta, deberían haberlo hecho antes", asegura a pie de escenario Tony Domínguez, vocalista de Sintonía, 37 años y 20 como músico, especialmente contento por compartir palco con Melódicos y Billo's, "aunque las orquestas tenemos que estar a los tiempos y acabamos con reggaetones o con Fito para los jóvenes".
Con Sintonía, se repartirán por los escenarios Diplomáticos do Acordeón, Philadelphia y Olympus, que estuvo a punto de caerse del cartel porque su vocalista usa el micro para algo más que cantar, por ejemplo, hacer declaraciones homófobas y racistas. En la zona de acampada Marcos, un veinteañero de Arzúa, reconoce ser "el raro de la pandilla porque me gustan las orquestas". Del cámping no tienen queja cuatro chicas de Cerdedo, pero sí de otros aspectos organizativos: "No dejan llevar bebidas a los conciertos y nosotras habíamos traído para todo el fin de semana, para ahorrar. También esperábamos que hubiese más gente".
"A nosotros nos valen todas, somos de orquestas", dice José Ramón, un monfortino de 58 años que ha venido de Ourense con tres amigos, que se recuperan de los esfuerzos a los que los metieron Los Melódicos el viernes. Al lado, sobre colchones, cuatro vecinos de Cea todavía no se han recuperado del todo, pero sí lo suficiente para intercambiar con los de Ourense las razones de que no haya más gente: "Al lado, en Bouza, está A Roda, y en Soutomaior, el cantante ése, Al Bano", desgranan. "No es cuestión de número, para llenar llevas a uno de Operación Triunfo. Se trata de crear un referente", justifica Marcos Lorenzo. El número importa, pero quizás a la hora de la continuidad del FIOU pese más que en la verbena del viernes, el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, bailó como un loco.
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