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Reportaje:Faltan nueve días para el Mundial de baloncesto

"Nos falta experiencia, corpulencia y rebote"

Krzyzewski, técnico de Estados Unidos, subraya sus debilidades antes de jugar con España

Están los hombres de negro, que son seguridad uniformada, de los pocos identificables en un dispositivo lleno de sombras vigilantes. Está la Caja Mágica, un recinto futurista donde España y Estados Unidos se enfrentarán el domingo en un amistoso a cielo abierto. Y está Lamar Odom, doble campeón de la NBA con los Lakers de Los Ángeles, sentado entre rodillas encadenadas al hielo, mullidos calentadores de poliuretano y gigantones de grises camisetas empapadas.

El calor llena de sudor la calva del jugador, un hombre dedicado a una doble misión: enterarse de por dónde cae un famoso restaurante de la noche VIP madrileña y defender la grieta por la que los analistas creen que se escapa el poderío de los Estados Unidos. El rebote y la ausencia de sus grandes estrellas, dicen, astillan la muralla del equipo de la NBA: Kobe Bryant, LeBron James o Dwyane Wade no están en Madrid ni jugarán el Mundial de Turquía, desde el 28 de agosto.

"España es un equipo experimentado, brillante en el juego de pase y magnífico"

"Mire", dice Odom con sus cejas de Fu Manchú buscándole la frente; "no hay muchos atletas mejores que los de este equipo". "¿El rebote? Nadie salta más alto que Andre Iguodala. Nadie salta más alto que Kevin Durant. Y nadie salta más alto que Rudy Gay. Somos los mejores atletas del mundo: el rebote es cuestión de deseo, decisión y conocimiento".

Estados Unidos se aloja en un céntrico hotel de cinco estrellas, con la estatua de Neptuno a sus pies. Un doble cordón de seguridad (el visible, dispositivo policial; y el invisible, los secretas) lo protege. Las habitaciones han sido adaptadas para que las ocupen los gigantes de más de dos metros. Un buffet especial, habilitado según las exigencias de los dietistas de la federación estadounidense, ha sido preparado. Y todo, hasta el más mínimo detalle, está pensado para que los chicos de la selección, entre los que no repite ninguno de los que ganó el oro olímpico, se recuperen de un esperpéntico viaje que les vio emplear 15 horas y hacer escala en Canadá e Islandia. Estados Unidos está en Madrid. Eso cuesta alrededor de un millón de euros. Eso implica agotadoras negociaciones desde hace meses. Y eso, sobre todo, subraya el estatus que ha cobrado a ojos de los estadounidenses el equipo español, campeón europeo, mundial y subcampeón olímpico. Desde aquella tremenda final de los Juegos de Pekín 2008, Estados Unidos mira a España como a un igual.

"España es un equipo extraordinario", resume Mike Krzyzewski, coach K, el seleccionador estadounidense. "Es un conjunto experimentado, brillante en el juego de pase, simplemente magnífico. Te hace daño desde un montón de sitios", prosigue. "Nosotros, en cambio, somos más jóvenes que aquel equipo que ganó el oro en 2008. Cinco de mis jugadores tienen 21 años. Se están haciendo jugadores ahora mismo. Tienen mucho desarrollo que hacer, mucho desarrollo por delante. Diría que, por nuestra juventud, nos falta experiencia y rebote. Mejorar eso, nuestra falta de corpulencia, es nuestra mayor prioridad".

Hay quintetos que lo resumen todo: Jason Kidd, Kobe Bryant, LeBron James, Carmelo Anthony y Dwight Howard formaron la alineación titular de Estados Unidos en la final de Pekín. Chauncey Billups, Kevin Durant, Rajon Rondo, Andre Iguodala y Tayson Chandler, será la del domingo contra España. Siguen los hombres de negro, pero faltan algunos grandes nombres para un partido con aires de revancha.

Kevin Durant, con el tobillo envuelto en hielo, ayer en el entrenamiento de Estados Unidos.
Kevin Durant, con el tobillo envuelto en hielo, ayer en el entrenamiento de Estados Unidos.DIARIO AS

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