Mou prueba la polivalencia del grupo

Llegó Özil, un enganche, un buen filtrador de pases, y horas después despuntó Van der Vaart, otro mediapunta, como Canales y Kaká. El holandés adelantó al Madrid de falta directa en un partido amistoso en Lieja que puso a prueba la polivalencia de una plantilla con abundancia en todos los puestos salvo en la punta del ataque. Mourinho lo sabe y probó con dos vías. Primero, con Higuaín y Benzema unidos, dos goleadores que no se anclan en el área rival, sino que barren todo el frente. En el segundo tramo, ambos dejaron paso a Cristiano y Di María, esta vez alejados de las bandas, su punto de partida natural, y situados como arietes postizos. Una solución de emergencia en caso de que falten o se gripen El Pipa y el francés.

En un partido sin mucho hueso, con nueve cambios, el Madrid evidenció su versatilidad en la defensa -sin Pepe y Garay, tres internacionales como Ramos, Albiol y Carvalho al quite-. Por el eje abundan los pivotes y, pese a la palidez de Drenthe, Arbeloa es un seguro en los dos laterales. Para cuando empató Opare, que superó de cabeza a Carvalho, Mourinho ya tenía comprobado su laboratorio.