_
_
_
_
Reportaje:

Bulgaria, ajuste sin fin

El nuevo Gobierno trata de recuperar la confianza de las instituciones económicas internacionales

La economía búlgara afronta su recuperación económica inmersa en un duro proceso de ajuste financiero. El principal objetivo del nuevo Gobierno de centro-derecha liderado por Boiko Borisov es recuperar la credibilidad internacional y la confianza de las instituciones después de que en abril se conociese que el déficit público del año pasado llegó al 3,9% del PIB, cuatro veces más que el 0,8% previsto en los presupuestos del saliente Ejecutivo socialista. Las previsiones para este año apuntan a que el desequilibrio estará entre el 3,8% y el 4,8% del PIB.

Este mismo verano, la Unión Europea ha abierto un proceso de déficit excesivo a Bulgaria y ha exigido que se ajusten las cuentas para situar el desequilibrio por debajo del 3% en 2011, el límite del Pacto de Estabilidad de la eurozona. En juego está la incorporación de Bulgaria a la moneda única y la credibilidad de un país cuya información sobre déficit no termina de ser transparente y que remite a experiencias recientes como el caso de Grecia, que ocultó información respecto de la verdadera magnitud de los desequilibrios de sus cuentas públicas.

Un 10% de la población trabaja en otros países, la mayoría de la UE

El Ejecutivo ha anunciado que en 2011 Bulgaria reducirá su déficit presupuestario hasta el 2,7% o 2,8% del PIB, a pesar de que la deuda pública rondará el 20% del PIB ese mismo año, su nivel más alto de la última década. No obstante, expertos de Standard & Poor's advierten de que el déficit para este año 2010 podría superar el 4% debido a que la economía está creciendo a niveles más lentos de lo esperado y que los principales socios económicos de Bulgaria en la UE siguen teniendo niveles de recuperación económica discretos.

Los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que Bulgaria crecerá un discreto 0,2% este año. El Ejecutivo cree que el alza del PIB será del 1%, mientras que las agencias de riesgo advierten de que se podría registrar una leve caída después del crecimiento negativo del 5% del año pasado. El PIB búlgaro se contrajo un 3,6% en el primer trimestre y un 1% entre los meses de abril y junio. El problema de estos datos es que sin crecimiento cae la inversión y el consumo privado, lo que inevitablemente reduce la recaudación de los impuestos y de los ingresos estatales.

En este contexto, la única vía posible para ajustar el déficit es emprender fuertes recortes. El Gobierno planea mantener el gasto en un 40% del PIB, recortar gastos en los ministerios y continuar la congelación de los salarios públicos y pensiones puesta en marcha a comienzos de este curso. Este paquete de reformas, en el que se echa de menos una modificación del sistema sanitario y de pensiones, no incluirá de momento un aumento de los impuestos. El plan presupone un crecimiento del 3% para el próximo curso, una cifra que los expertos privados sitúan solo en el 2%.

Pese a ello, Bulgaria sigue siendo la cenicienta europea, con los mayores niveles de pobreza de la UE. La crisis tampoco ha ayudado a mejorar la estructura productiva búlgara, basada en las inversiones extranjeras -tiene uno de los niveles impositivos más bajos de la UE-, el comercio exterior y la llegada de remesas de ciudadanos que trabajan en el extranjero, el 10% de la población. Bulgaria sigue a la cola de Europa, desaprovechando una década en que su PIB creció a una media anual del 6%.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_