La familia Obama se reencuentra en la Casa Blanca
Michelle y Sasha celebran su regreso y el aniversario del presidente de EE UU
El matrimonio Obama por fin ha vuelto a reunirse. A tenor de algunas de las críticas recibidas por la primera dama durante su visita a la Costa del Sol, el regreso era una prioridad nacional. Se ha tachado su viaje de poco oportuno, de demasiado caro, de excesivamente lujoso, de casi aristocrático. Así que Michelle Obama volvió discretamente a Washington, se situó junto a su marido, y celebró con retraso su cumpleaños con una barbacoa en el jardín de la Casa Blanca.
Barack Obama ya había festejado sin la presencia de su familia el pasado miércoles en Chicago, cenando con su amiga Oprah Winfrey. Su hija mayor, Malia, está de campamento. Su mujer y su hija menor, Sasha, estaban en España. Posteriormente, pasó un fin de semana de rodríguez, con sus mejores amigos, en Washington. Solo chicos, jugando al golf el sábado en la base aérea de Andrews y a baloncesto el domingo en Fort McNair. A este último partido se unieron estrellas de la talla de LeBron James, Dwayne Wade, Grant Hill y Magic Johnson. Todo un dream team para agasajar al presidente. A la prensa se le prohibió la entrada en el recinto, según un portavoz de la Casa Blanca, "porque el presidente solo quería jugar", sin distracciones.
La primera dama y su hija festejaron el cumpleaños del mandatario
Para intentar mitigar las críticas al viaje de Michelle, que desde algunos medios conservadores se ha tachado de demasiado lujoso y poco adecuado con los tiempos de crisis económica que vive Estados Unidos, los Obama hicieron el domingo una barbacoa de marisco, con gambas traídas del golfo de México, para que nadie diga que en la Casa Blanca no se apoya a los pescadores afectados por el vertido de BP. De hecho, el próximo fin de semana la familia viajará a Florida, a una de las zonas de playa afectadas por la marea negra. Posteriormente se trasladarán a la isla de Martha's Vineyard, en la costa de Massachusetts.
Michelle ha regresado a Washington en pleno crescendo de las críticas por sus vacaciones en Marbella. Incluso Maureen Dowd, reputada columnista de The New York Times, ha entrado en la polémica. Acusa a Michelle de dejar a su marido demasiado solo. De irse demasiado con sus hijas a ver obras de Broadway. De viajar con su madre a Los Ángeles cuando comenzó el vertido de BP. De huir de los problemas y visitar España. De mala esposa, vamos. "Durante la campaña electoral, Michelle trató de compensar el desapego existencial de su marido con el calor de la familia", escribe. "Ahora que él ocupa el puesto de trabajo más solitario del mundo, la necesita más que nunca".
El recibimiento de los medios ha sido duro. Atrás dejaba la primera dama el gazpacho, el jamón, el ajoblanco y el tombet. Si quiere probar exquisiteces españolas en Washington, la próxima vez deberá pensárselo dos veces. Tal vez acabe visitando, simplemente, alguno de los restaurantes que regenta en Washington el chef español José Andrés.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.