"Que el poder esté en manos de los indígenas es una maravilla"
Alfredo Bryce Echenique (Lima, 1939), autor de novelas como Un mundo para Julius, La vida exagerada de Martín Romaña o No me esperen en abril cerró hace un tiempo su casa de Barcelona y desde entonces tiene su domicilio en Perú. Está de paso por España para promocionar su libro de relatos, La esposa del Rey de las Curvas (Anagrama), en el que su estilo irónico toma una deriva sarcástica, especialmente en el primero de los cuentos, La funcionaria lingüista, un fino trabajo de demolición de una de sus esposas: Raquel Quiñones. Es media mañana, el escritor parece sufrir de jet-lag y pide una copa de vino tinto.
Pregunta. ¿Su humor ha pasado de ser irónico a sarcástico?
Respuesta. Cambia mucho según el cuento. Pero es cierto que el primero de este libro es cruel, es cabrón, es una venganza. Tenía derecho; es el típico cuento en el que uno se siente escritor y dice: voy a joder a ésta, porque me ha jodido tanto... Pero los otros son light, son historias de amigos, son amores...
"El primer cuento del libro es cruel, es cabrón, es una venganza"
"Vargas Llosa si pudiese sería presidente de Perú; yo, preso político"
P. Ha cerrado su casa en España. ¿Quiere esto decir que de algún modo ha vuelto a América latina?
R. Sí, considero que vuelvo para siempre.
P. ¿Ya no se siente europeo?
R. Si, claro. Yo, que ya tengo 25 libros escritos, si no hubiera vivido en Europa no hubiera podido escribir más que cuatro. Los otros 21 no existirían.
P. ¿Cree que Europa y Latinoamérica convergen o divergen?
R. Divergen, cada vez más. Mario Vargas Llosa dijo una cosa, que él no la aplica para sí porque es ambicioso y quiere ser presidente del Perú y...
P. ¿Todavía quiere ser presidente de Perú?
R. Bueno, ya no, porque sabe que no lo va a lograr, pero si tuviera la más mínima esperanza estaría en la lista. No es mi caso, porque yo lo que siempre he querido ser es preso político. Pero Mario dijo una frase tan bonita: el país de uno son tres o cuatro amigos y tres o cuatro paisajes. Yo ya tengo mis 30 amigos y mis paisajes. Vivir en Lima me enriquece. Perú es el país que más crece en el mundo, somos de una riqueza bárbara, los más miserables de mis amigos se están volviendo ricos, por una herencia de no sé que mina en la que de pronto apareció una veta... Estamos más optimistas, más contentos, somos sabios, y ya tampoco derrochamos. Cierto, el Gobierno roba más que nunca, porque son los mismos...
P. ¿Es verdad que ya solo lee a Stendhal?
R. No, no. Solo releo a Stendhal. Además están los buenos amigos. Alonso Cueto, que ganó el premio Herralde, acaba de publicar una novela policíaca tan cojonuda; Fernando Ampuero, un gran libro de cuentos; Arturo Conte, otro amigo chileno que amo mucho y que publica con Tusquets una novela muy dura. Para todos ellos solo tengo elogios. Solo hablo bien de un libro, si no, no opino.
P. ¿Qué está escribiendo?
R. Una novela muy violenta y atroz que a mí mismo me disgusta; yo que siempre he sido humorista. Pero esta será mi última novela, luego ya solo escribiré cuentos y memorias. Ya tengo un título cojonudo, de Quevedo, para el tercer volumen de mis memorias. Los dos primeros tomos se llamaron Permiso para vivir 1 y Permiso para vivir 2, el tercer volumen se titulará Arrabal de senectud.
(En este momento, la copa de vino casi llena que Bryce mantenía cerca de su boca y a la que daba pequeños sorbos, siempre al límite del desborde, se le derrama sobre los pantalones).
P. ¿Cómo han finalizado los pleitos sobre sus supuestos plagios?
R. A mí me ha quedado lo que me ha dicho Vargas Llosa: la patria es muy ingrata y hay que saber vivir de la ingratitud de la patria. A él le hicieron un juicio por trata de blancas, así que por plagio no es casi nada. He apelado al Constitucional y estoy esperando...
P. ¿Qué le parece la situación en Bolivia y Venezuela, y en general la coyuntura de América Latina?
R. Acabo de estar en Bolivia, invitado por una fundación y tengo que decir que para Bolivia la llegada de Morales ha sido bueno. Es importante que haya un presidente indígena, siempre eran los blancos, nosotros: clasistas, racistas, cabrones..., que el poder este en manos de los cholos es una maravilla, fracase o no fracase, para el país es saludable que hayan llegado. Siempre habrá habido aciertos de Evo Morales. En el caso de Venezuela no, es de nuevo Tirano Banderas, cachaco metido robando, destrozando y con dinero para regalarle a los Kirchner; otros cabrones... Brasil es otra cosa, Lula es un magnífico presidente, un hombre querido, una figura en toda America Latina, no hay nadie ahora que se compare a Lula.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.