La fiscal pide 12 años para un taxista que violó a una pasajera
Gustavo A. Sarriá se sentó ayer en el banquillo de los acusados por la violación, en el taxi que conducía en 2009, a una pasajera, una joven escandinava de 18 años. Hasta ahora, había optado por el silencio. Ayer, en la Audiencia de Valencia, ante la evidencia del ADN, declaró. Y dijo que fue la joven la que se le echó encima. La fiscal dio otra versión de los hechos y pidió para él 12 años de cárcel. La madrugada del 22 de junio de 2009, en la calle de La Paz, la víctima, que no hablaba castellano y estaba de vacaciones, y una amiga pararon al procesado con su taxi. La amiga de la agredida le dijo al taxista que la llevara a un hostal del que le facilitó la dirección y sobre el que le preguntó si sabía dónde estaba. Él dijo que sí. Pero no lo hizo. Enfiló en dirección contraria. La joven se adormiló -aquella noche había bebido- en el asiento de atrás. El procesado llevó el coche hasta las afueras, cerca del mar, se paró, saltó a la parte de atrás, cerró con pestillo y la violó. La joven se resistió sin éxito. Él la abandonó en el lugar sin que ella supiera dónde estaba. Deambuló más de una hora hasta encontrar ayuda.