Niños de 60 ciudades iniciarán sus estudios en aulas provisionales

La polémica fórmula de la "cuarta opción" para elegir centro escolar en las etapas de segundo ciclo de Infantil y Primaria está resultando un "fiasco", a decir de los padres que no han conseguido plaza. Decenas de familias afectadas por el déficit endémico de plazas escolares públicas en estos dos niveles educativos (sobre todo, en el centro y en la docena de barrios de nueva creación de Valencia capital como Nou Campanar) han denunciado a este periódico la fórmula estrenada por la Consejería de Educación en el proceso de matriculación para el próximo curso, que ayer cerró el periodo de alegaciones.

Como medida de choque, la consejería ha autorizado ya un total de 148 aulas provisionales dentro de los colegios: entre prefabricadas (en el patio del centro) y aulas colchón (las que se habilitan en aulas multiusos, salas de profesores o pasillos). Esta será la situación que se encontrarán medio millar de niños de 60 grandes núcleos urbanos, sobre todo de la provincia de Valencia, que se estrenan en el sistema educativo reglado con tres o seis años, según un informe interno elaborado por la federación de enseñanza de CC OO en base a los datos oficiales de la Administración.

Alumnos sin plaza en su barrio serán desplazados a otros distritos

"El resultado de la cuarta opción es que las familias que no han obtenido plaza ni en primera, ni segunda ni tercera opción en su propio barrio están siendo enviadas a otros distritos", comenta Víctor, el padre de un alumno de tres años que no tiene forma de encontrar plaza al oeste de la ciudad. Como él hay en Valencia capital otro medio millar de familias, según el Informe de la Comisión de Estudio sobre la necesidad de plazas escolares en la ciudad de Valencia, que no podrá obtener plaza para sus hijos en un colegio próximo a su domicilio.

El informe de Valencia encargado por el Consejo Escolar Municipal, el 18 de junio de 2009, tenía por objetivo analizar distrito a distrito y centro a centro la demanda teórica de plazas de infantil de tres a seis años. Esta etapa -que, aunque no es obligatoria, está contemplada en la Ley Orgánica de Educación como clave- arroja un déficit de 565 plazas. El martes, el consejo escolar elevó de nuevo esta queja a la consejería.

El crecimiento demográfico de los últimos años (ahora estancado) no explica del todo la falta de plazas en la capital. En la última década, en Valencia se han cerrado colegios en barrios cada vez más populares y poblados como el distrito de Russafa. La consejería cerró hace años el CP Tirant lo Blanc (de 700 plazas) para instalar un centro de formación de profesores que nunca se abrió. En 2007, volvió a clausurar el colegio concertado Ortega, por jubilación del dueño sin permitir que fuera gestionado en forma de cooperativa. Desde hace ocho años, el prometido CP Puerto Rico es un solar baldío. "La Administración ha desmantelado la escuela pública, en detrimento de una concertada precaria que no reúne las condiciones mínimas, como la academia García Broch, donde los niños están hacinados en una terraza", denuncia Inma Bausset, de la asociación de Madres de Russafa.