Despido por absentismo

El alto absentismo laboral sigue siendo una de las mayores preocupaciones del empresariado español. La CEOE ha incluido entre sus propuestas para la reforma del mercado laboral que se facilite a las empresas el despido de quienes se ausentan reiteradamente en el trabajo. El propósito de esta petición es liberar al empresario del excesivo coste, tanto económico como organizativo, que suponen las bajas laborales, aunque sean justificadas.

El absentismo laboral hace referencia a los periodos de tiempo en los que un trabajador se ausenta de su puesto durante la jornada laboral. El supuesto más habitual son las bajas médicas, causa justificada de ausencia del trabajo, pero en la que existe una notable bolsa de fraude difícilmente controlable por la empresa.

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Nuestro derecho recoge la posibilidad de rescindir el contrato de los trabajadores en caso de ausencias repetidas. El Estatuto de los Trabajadores otorga a la empresa la facultad de despedir, abonando, eso sí, una indemnización de 20 días de salario por año de servicio, a aquellos trabajadores que tengan faltas de asistencia intermitentes que, aun siendo justificadas, alcancen, bien el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos, bien el 25% en cuatro meses discontinuos, dentro de un periodo de 12 meses. Se exige además que el índice de absentismo total de la plantilla del centro supere el 5% dentro del mismo periodo de tiempo.

Se establece además un amplio número de excepciones. Así, por ejemplo, no se van a computar, a efectos de cuantificar los anteriores índices, las ausencias por permiso o vacaciones, todas las derivadas de la maternidad o de accidente de trabajo, o las producidas por enfermedad, en este caso siempre que hayan sido acordadas por los servicios sanitarios oficiales y tenga una duración de más de veinte días consecutivos (bajas de larga duración).

La propuesta de los empresarios consiste en suprimir el segundo de los requisitos, la necesidad de que se supere un determinado nivel de absentismo global en la plantilla, de forma que se pueda despedir al trabajador tomando únicamente en cuenta sus ausencias, individualmente consideradas.

De cualquier forma, lo cierto es que la crisis ha reducido notablemente el absentismo en el trabajo. -