Las leyes locales arrancan con el 'no' de la oposición y el apoyo de la FAMP

El patio central del Parlamento andaluz lucía ayer el mismo aspecto que los días de fiesta. Casi un centenar de alcaldes, los presidentes de las diputaciones y delegados del Gobierno de la Junta (todos del PSOE) intercambiaban gestos de satisfacción, distribuidos en pequeños grupos, después de que el pleno aprobara las leyes locales (Ley de Autonomía Local y de Participación de las Entidades Locales en los Tributos de la autonomía), dos décadas más tarde de empezar a discutirse sobre ellas. La sombra: el rechazo previsto del PP y el menos esperado de Izquierda Unida. La luz: el apoyo de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP).

En síntesis el binomio de las normas crea un nuevo modelo local en el que los ayuntamientos andaluces gestionarán competencias exclusivas (29), además de potenciar su financiación incondicionada, reforzar su autogobierno, y establecer normas de transparencia de los municipios. La financiación municipal se regula a través de la creación del fondo de participación tributos de Andalucía, que comenzará a aplicarse en 2011 (no tendrá carácter retroactivo) y serán fondos incondicionados. El reparto se hará primero por tramos de población y garantizará como mínimo los fondos que actualmente reciben los municipios del fondo de nivelación municipal, cifrado en 200 millones en 2010, cantidad que en 2011 alcanzará los 420 millones, y en 2014, 600 millones.

Los ayuntamientos recibirán el próximo año 420 millones de los tributos de la Junta

El anfitrión de tanto alcalde, el consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, en el cierre del debate, dejó traslucir su emoción por un "logro" que calificó varias veces de "histórico" y equiparó a la consecución de la autonomía andaluza. "Tengo sentimientos fuertes", confesó tras detenerse en una larga lista de agradecimientos, lo que le llevó a pasar de largo sobre las fuertes críticas que habían desgranado minuciosamente Diego Valderas (IU) y Carmen Crespo (PP). Es más, se mostró convencido de que todos los alcaldes son conscientes de la trascendencia de estas leyes y se adherirán en poco tiempo, a pesar de que un grupo de munícipes del PP se paseaban también por el patio del Hospital de las Cinco Llagas exhibiendo una enorme pegatina en la que se leía: "Zapatero igual a Griñán, no más agresiones a los ayuntamientos".

Desde la tribuna, la portavoz popular reiteró los argumentos de rechazo de su grupo y definió las leyes como "sectarias, controladoras e intervencionistas, confeccionadas para servir a los intereses del PSOE en la Junta". Aludió una supuesta "presión" del Gobierno a la FAMP para que su "insatisfacción manifestada" se haya tornado en una "insatisfacción controlada". El presidente de este organismo, Francisco Toscano, quien se encontraba entre los asistentes, volvió a manifestarse conforme con las normas, eso sí, después que fueran aceptadas sus objeciones y de que se haya accedido a crear el Consejo de Gobiernos Locales, un órgano de representación de los alcaldes ante las instituciones de la Junta.

Diego Valderas, a quien el PSOE reconoció su voluntad de negociar, explicó que tenía que oponerse porque los ayuntamientos siguen sin alcanzar su mayoría de edad y sus reivindicaciones de carácter histórico.

Concluida las votaciones, Pizarro aseguró estar "desagradablemente sorprendido" por el no de IU, que atribuyó al alcalde de Marinaleda (Sevilla), Juan Manuel Sánchez Gordillo. Luego José Antonio Griñán se fotografió con alcaldes de su partido y Javier Arenas con los suyos.